Segun fuentes del Partido Liberal afirman que el gobierno ha sembrado el caos dentro del partido para lograr que la mayoría de sus artículos de reforma a la salud sean aprobados por la Comisión Séptima de la Cámara a finales de esta semana. La influencia de la Casa de Nariño legitimó el levantamiento de la facción liberal en la Cámara y le quito a César Gaviria de toda autoridad.
Los cuatro representantes liberales que componían la mayoría de votos de esa Comisión apoyaron los primeros tres artículos de la reforma, desafiando las tajantes instrucciones de Gaviria de oponerse a la iniciativa oficial, a la que volvió a calificar de «nefasta» para el sistema de salud. Esta votación reveló el cambio de poder de los toldos rojos.
Estos cuatro votos demostraron el éxito de la negociación directa de la jefa de Gabinete Laura Sarabia con el grupo de 18 congresistas que se rebelaron contra Gaviria al permitir que la reforma pasara con la mayoría necesaria en primer debate, con 14 votos a favor y 6 en contra.
A raíz del inesperado apoyo de sus congresistas a la reforma, el expresidente intentó contraatacar al gobierno. Lo hizo el fin de semana pasado al reiterar en un documento que la iniciativa es perjudicial para el sistema de salud de la nación, pero este nuevo llamado de atención se hizo justo antes de que se reanudara el debate este martes a las 8 a.m. entre los legisladores liberales, recibió poca tracción.
El expresidente advirtió que la reforma «pondría en alto riesgo financiero al sistema de salud y a la corrupción y, al final, perjudicaría el derecho fundamental a la salud de todos».
Las manos de Gaviria están cruzadas, puesto que El Consejo Nacional de Control Ético no tiene forma de sustentar un incumplimiento, por lo que las sanciones que amenazó no podrían llevarse a cabo. Además, si convoca a una bancada sin reunir a todos los diputados y senadores, sin duda habrá sabotaje, según un diputado liberal que pidió permanecer en el anonimato.
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Los 18 liberales rebeldes creen que para esta semana la mayoría de los artículos habrán sido aprobados y pretenden difundirlo en la comunidad. Además, debido a que controlan la mayoría de la bancada de la cámara, exigirán que el partido adopte una postura a favor de la reforma o, de lo contrario, les otorgará la libertad para hacerlo.
Como resultado, la Casa de Nariño ahora tiene la ventaja. Esto se debe a que supo sortear las amenazas de Gaviria contra sus congresistas y logró 4 votos que lo ayudaron a alcanzar la mayoría requerida para la reforma, que será presentada por los laboristas este martes, para que sea aprobada en primera instancia.
A pesar de esto, es posible que el gobierno solo logre un éxito parcial porque no hay suficiente tiempo para que el Congreso apruebe la reforma de salud durante la actual sesión legislativa; en cambio, el gobierno tiene dos años para aprobar la reforma ya que es una ley ordinaria.
