DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Por: Rolando Monje Gómez
Fotografías: José Rodrigo Montalvo
Este año Colombia logrará un récord en la venta de vivienda nueva, con una proyección de 230 mil unidades. Los colombianos han comprado 190 mil viviendas, cuando en el mismo periodo de 2018 se vendieron 140 mil, en 2019 se llegó a 166 mil y el 2020 cerró con 178 mil.
El sector edificaciones es protagonista en la reactivación económica y social tras la pandemia Covid-19, y continuará rompiendo récords, pues en tan solo 10 meses, el año 2021 se convierte en el mejor en la historia en comercialización de viviendas con más de 190 mil unidades vendidas.
El momento que experimenta la vivienda hoy en día no tiene ningún precedente, luego que 2020 fuera el mejor año en comercialización de vivienda en la historia de Colombia. En este año, en tan solo 10 meses, ya se logró superar ese récord. Entre enero y octubre de 2021 se han vendido 190 mil unidades, eso es más de lo que se comercializó en todo 2020, cuando se vendieron 179 mil unidades. Con esto, es el mejor año en ventas de vivienda desde que se tiene registro.
En octubre, se vendieron 18.436 unidades VIS y No VIS en el país, un 33% superior al promedio histórico para el mismo mes de 13.847 viviendas. En el acumulado de los primeros diez meses de 2021 se alcanzan 189.995 unidades VIS y No VIS vendidas, siendo el mejor resultado a nivel histórico en ventas para el acumulado enero-octubre y señalando una expansión de 39% frente al mismo periodo de 2020. Por segmentos, se tienen crecimientos de 40% en VIS y 37 % en No VIS.
Sumado a lo anterior, se resalta lo que está ocurriendo en el segmento VIS. En lo corrido de 2021, 7 de cada 10 viviendas que se han comercializado corresponden a este tipo de unidades, resultado vinculado con los volúmenes y ritmos de asignación de subsidios Mi Casa Ya. Durante 2021 se han asignado más de 59 mil subsidios, y solamente en la última semana se beneficiaron más de 300 hogares por día. Desde septiembre de 2020, cuando el programa Mi Casa Ya comenzó a aplicarse, 32 mil hogares se han beneficiado y han adquirido vivienda.
En cuanto al segmento No VIS, que son las casas y apartamentos cuyo precio es superior a los $136,2 millones, las ventas en lo corrido del año superan las 54 mil unidades y, además, los colombianos que opten por adquirir una vivienda No VIS con estándares de sostenibilidad certificados, podrán acceder a las ecoberturas anunciadas por el Gobierno Nacional.
Este es un momento excepcional para la compra de vivienda. No solo se cuenta con una disponibilidad sin precedentes de subsidios, también existe una amplia oferta de vivienda, con más de 120 mil unidades en todo el territorio nacional y, adicionalmente, las condiciones de financiación son excepcionales, con tasas de interés en niveles históricamente bajos (10,5% en VIS y 8,9% en No VIS).
Los resultados en ventas de vivienda durante 2021 muestran que el 67% se ha adquirido en la región Andina, en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Cúcuta, Pereira, Ibagué, Manizales, Neiva, Pasto, Popayán, Armenia y Tunja. Sin embargo, en el incremento de las ventas en cada región, la Orinoquía (solo Villavicencio) muestra el mayor crecimiento frente a las demás.
En Neiva, las obras del segmento VIS, 11.300 m2 han sido culminados, según datos al segundo trimestre de 2021, hay 34.109 nuevos, 28,916 m2 que reiniciaron el proceso. Dentro del grupo de obras paralizadas en vivienda nueva son 2.886 m2 que reiniciaron; y 26.886 que continúan paralizados.
En el área urbana de Neiva, según cifras de Camacol, el número de unidades culminadas fue de 171, obras nuevas 491, continúan en proceso 379, seis reiniciaron el proceso, para un total de 876. Por su parte, dentro de las obras inactivas, 45 son obras nuevas, 291 se encuentran paralizadas 291.
Por rango de precio, 20.824 m2 se han construido dentro de los programas de 101 a 135 salarios mínimos, en la ciudad de Neiva, seguido de los de 51 a 70 smlv con 13.195 m2 y los de 136 a 350 smlv donde se han iniciado 5.345 m2.
Un dato interesante es que en Colombia se prefieren los apartamentos (69%) y casas (31%). Bogotá muestra el mayor interés para adquirir con un 42,9%, seguida por Medellín con un 21,6% y quedando de tercera Cali con el 13,6%. Cabe destacar que, en el mundo, se vivió un crecimiento de 8,2% de venta de vivienda nueva, frente a un 0,4% de la usada.
Los datos positivos también se han traducido en generación de empleo, según cifras reveladas por el Dane, en septiembre de 2021 el sector edificador superó el millón de personas ocupadas, convirtiéndose en el mejor noveno mes desde 2016. Esto quiere decir que por segundo mes consecutivo el sector edificador ocupó a más de un millón de personas, con 73 mil puestos de trabajo más que en septiembre de 2020.
Con esto, en Colombia, el sector edificador continúa posicionándose como un impulsor de la economía nacional, un respaldo para miles de hogares que mes a mes se hacen propietarios y un agente central en las estrategias orientadas a la sostenibilidad.
Los insumos
De otro lado, desde la pandemia el sector de la construcción ha sido golpeado por las dificultades de conseguir los insumos. Adicionalmente, desde el 28 de abril, fecha en la que inició el Paro Nacional por la Reforma Tributaria, se generaron bloqueos que pusieron en riesgo algunos proyectos.
La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), aseguró con el buen momento que pasa el sector, las ventas de vivienda en Colombia podrían llegar este año a las 230.000 y en el 2022 hasta las 250.000. Las cifras serán clave para la economía entre este y el próximo año, para lo cual todos los sectores involucrados en la cadena de la construcción tendrían que prepararse, si se quiere dar abasto a la demanda que se viene.
Desde el gremio de la construcción se están preparando para los retos que se vienen para Colombia en los próximos años. Entre estos, lograr que todo el canal de proveeduría e insumos tenga la capacidad y se pueda abastecer, de cara a las proyecciones de nuevas viviendas para los próximos dos años, que asciende a 365.000 unidades. Con esta meta y los 9,4 millones de metros cuadrados para inmuebles de otro tipo, podría haber una demanda $100 billones de insumos.
Sin embargo, de acuerdo con las constructoras, el avance de construcción de vivienda en el país se ha visto seriamente afectado en razón a que el acero, que es una materia prima importante en la construcción, ha registrado altos precios desde el inicio de la reactivación en el mundo tras los efectos de la pandemia.
Según Camacol, en algunos lugares de Colombia se han llegado a evidenciar incrementos de entre el 60% y el 65% de los precios de este material, advirtiendo que pese al alto costo de este insumo, se espera que la vivienda no presente un incremento en sus valores, ya que en el país, la construcción de Viviendas VIS, están reguladas y tienen establecido un precio techo o máximo de cobro.
Ante la posibilidad de un decreto para la reducción de los aranceles de este material, desde el pasado 28 de septiembre, la Andi se ha negado a que se haga dicha reducción, pues señala que ve preocupante reducir los aranceles de las varillas de acero del 10% al 5% es perjudicial para la industria local, teniendo en cuenta que en Colombia existen cinco organizaciones con capacidad de producir estos productos.
La agremiación, recalcó que en plena fase de reactivación es contraproducente y pone en vilo la inversión local y la generación de puestos de trabajo. A esto se le suma el hecho de que se pueden importar estos materiales con 0% de arancel de al menos cuarenta países con los que Colombia tiene Tratado de Libre Comercio. Los altos costos del material inciden en alrededor de un 10% de los costos directos de la obras.
El precio del acero empezó a dispararse en todo el mundo, desde octubre del 2020, debido a la fuerte demanda por la reactivación económica, en especial en China y Estados Unidos grandes naciones consumidoras de acero, por lo que era de esperarse no se presentaba un alto crecimiento de la oferta ante la pandemia y el cierre de plantas, lo que llevó a su escasez, y como consecuencia de ello se da la elevación de sus precios en el mundo.
Para el caso de Colombia, esto se agravó debido a la escasez de oxígeno, con el que muchas siderúrgicas calientan sus hornos para el trabajo de este material de construcción. A eso, se sumaron luego los bloqueos en carreteras durante el paro nacional, lo que resultó encareciendo las materias primas y el retrasaron de los pedidos.