Aunque las cifras de contagios y muertes por cuenta de la pandemia del covid-19, han cedido un poco, esto no quiere decir que ya podemos estar tranquilos. Para nada.
Hoy más que nunca hay que resguardarnos, así creamos que la vacuna ya nos tiene inmunes, ya que es más de año medio que el fatal virus nos invadió y nos cambió la vida y aún hoy todavía seguimos conociendo cosas nuevas sobre el tema. Sabemos tanto del covid-19, que realmente no conocemos nada y el futuro del mismo es incierto.
Así inicialmente se hayan entregado una serie de cosas que se debían seguir para evitar el contagio, con el pasar de los días, lo único cierto es que el autocuidado, el resguardarse al máximo, no exponerse innecesariamente, ha sido el antídoto más efectivo, así que en lugar de relajarnos lo mejor es seguir cuidándonos.
Lamentablemente, aún hay personas, y no pocas que todavía creen que la pandemia no es más que un ‘cuento chino’ o incluso hay otros, lo escuché el fin de semana a alguien que manifestó no querer vacunarse, porque según él, esto es una conspiración de las multinacionales para dominar la mente de las personas, a través del antídoto. Absurdo, pero las historias vienen y van, pero nada comprobable.
Seguramente a muchas de esas personas que andan ‘alegremente’ sin ninguna protección, aún no les ha tocado la enfermedad de cerca, no han tenido la oportunidad de conocer a alguien cercano, un familiar, un amigo, un vecino, para terminar de convencerse que el covid-19 es una realidad. ¿O es que el dolor ajeno los tiene sin cuidado? También puede ser.
La pandemia hoy está arrasando con todo lo que se encuentra a su paso, y no como se creía en un principio que era una enfermedad que atacaba solo a las personas mayores, en este pico hemos visto como dentro de la ya larga lista de fallecidos muchas de las víctimas son jóvenes, que de pronto no tuvieron tiempo de comprobar que era cierto y que a ellos los podía tocar.
No está de más insistir en que la salud y la vida está en nuestras manos, el protegernos y no exponernos es nuestra responsabilidad, porque el gobierno hace rato que nos echó al ruedo, y si no nos cuidamos nosotros mismas y a la familia ¿Quién lo va hacer? Seguramente nadie.
Finalmente, no está de más traer a colación el popular refrán que dice “Más vale prevenir que lamentar”, que advierte que es preferible tomar las precauciones necesarias para evitar una situación desagradable o indeseable, que vivirla.