El 9 de febrero de 1967 a la 10:24 de la mañana un violento sismo de magnitud 7.2 sacudió a Colombia y su epicentro fue localizado en el departamento del Huila, el sismo destruyo varios municipios.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Uno de los eventos que el Huila recordará para siempre será el terremoto del 9 de febrero de 1967. Hoy se conmemoran 56 años del hecho que dejó cerca de 100 víctimas mortales de las cuales 75 fueron en el Huila, 1.000 viviendas destruidas, alrededor de 1.500 semidestruidas y más de 5.000 averiadas.
La naturaleza demostró su poder a la 10:24 de la mañana, momento en el que se sintió el violento sismo de magnitud 7.2 Mw) y profundidad superficial. Los departamentos más afectados fueron Huila, Caquetá y Tolima donde se presentaron colapsos y daños severos en construcciones. Fue sentido en gran parte del territorio colombiano y en algunas poblaciones de Ecuador.
Desde el 31 de agosto de 1917 Colombia no había vivido un terremoto tan intenso. El Instituto Geofísico confirmó en su momento que el origen había sido tectónico, es decir, que el temblor había sido producido por reajustes de la capa terrestre en ciertos flancos al oriente de la Cordillera Central de los Andes.
Según las coordenadas, el fenómeno natural fue localizado a pocos kilómetros de Vegalarga. (2.9° N y 74.8° W y a unos 40 kilómetros al nororiente de Neiva.
No solo vibró la tierra. Varios testigos confirmaron que la tierra formaba ondulaciones hasta una altura de 50 centímetros.
Estudios especializados reportaron licuación de suelos, uno de los fenómenos más destructivos, lo mismo que remociones en masa y agrietamientos en 21 poblaciones de Huila y Tolima.
Los sismógrafos registraron la llegada de dos tipos de ondas: las que se propagan a lo largo y se parecen a las que produce una piedra al caer al agua, y las que circulan verticalmente, del interior de la tierra hacia fuera. Dos tipos de ondas: algo insólito en la historia sísmica del país.
En ciudades como Ibagué y Bogotá se sintió bastante fuerte, provocando pánico y obligando a la mayoría de los habitantes a salir de las edificaciones. Varias viviendas presentaron grietas considerables en sus muros, y algunas quedaron arruinadas. Además, quedaron 13 y 4 víctimas en cada ciudad respectivamente.
Destrucciones
En Neiva ciudad donde más se sintió el sismo quedó destruida La cárcel, el Palacio de las 56 Ventanas (sede la Gobernación), pequeñas iglesias de la ciudad y de sitios aledaños, así como el colegio de La Presentación y La Inmaculada. Con serias afectaciones quedaron el edificio de Empresas Públicas de Neiva, La Catedral, La Inmaculada resultó averiada, el Hotel Plaza, el Banco de la República, la sede del banco Cafetero y la plaza de mercado.
Fue considerado «el terremoto más fuerte en medio siglo». Decían que «sonaba como el ruido de un gran avión» y que le fracturó el brazo derecho a la virgen de Guadalupe en el cerro.
Macrosismo
Se denominó macrosismo ya que se sintió desde Caracas hasta Iquitos en el Perú y desde Buenaventura en el Pacífico hasta Mitú en los límites con Brasil. Fue registrado en las 500 o más estaciones sismológicas que estaban en el planeta.
En las poblaciones de Campoalegre, la vereda Vega de Oriente y la inspección de policía El Paraíso, de Algeciras, más del 50% de sus construcciones colapsaron, ocurrieron fenómenos en la naturaleza y algunas personas perdieron el equilibrio cayendo al piso.
Según un reporte histórico, el río Suaza fue represado por un gigantesco derrumbe de dos cerros y dejó de correr durante 55 días.
En Pitalito se presentaros destrucciones significativas dentro de estas La torre de la Iglesia de San Antonio en el parque central, construida en 1875.
Durante el mes siguiente el sistema geológico de la época reportó 350 réplicas la mayoría imperceptibles para la población.
