La Organización Panamericana de la Salud, (OPS) en su último Informe sobre el Tabaco Control para la Región de las Américas 2022, dejó ver que, históricamente el control del tabaco, ha sido un tema de política y manejo público para acelerar el proceso hacia los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, dado el impacto que provocan para la salud, la economía, el medio ambiente y las sociedades.
Según la organización, el tabaco sigue siendo el único producto de consumo legal que mata hasta la mitad de las personas que lo usan y presuntamente este es el responsable a nivel mundial de más de 8 millones de muertes, de las cuales 7 millones son el resultado de su uso directo (personas fumadoras activas), pero, alrededor de 1,2 millones de los fallecimientos son muestra de la exposición de los no fumadores al humo de segunda mano.
Para la Región de las Américas, en términos generales, se experimentó una disminución en la prevalencia de consumo actual de tabaco del 28% en el año 2000 a 16,3% en el 2020. Igualmente, se evidenció una diferencia en la prevalencia de consumo entre hombres y mujeres adultos. De acuerdo con el informe, en las Américas, la relación de hombres a mujeres es de 1,9 (21,3% hombres y 11,3% mujeres) en comparación con la relación mundial de 4,7 (36,7% hombres y 7,8% mujeres), lo que confirma la necesidad de fortalecer aspectos de género de política y estrategias de regulación del tabaco.
No obstante, las tendencias de consumo de tabaco, hoy se encaminan hacia la transición del cigarrillo convencional a los electrónicos. Según el Informe mundial sobre las tendencias en la prevalencia del consumo de tabaco 2021 de la OMS (2000-2025), en la Región de la Américas el promedio de la población que consume tabaco es de 11,3% en comparación con el promedio mundial que corresponde al 10,3%.
Ahora bien, gracias a la Ley 1335 de 2009, Colombia buscó “contribuir a garantizar los derechos a la salud de los habitantes del territorio nacional, especialmente la de los menores de 18 años de edad y la población no fumadora, regulando el consumo, venta, publicidad y promoción de los cigarrillos, tabaco y sus derivados”.
Por lo cual, según la OPS, frente al estado del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco en Colombia, para el 2008 el país declaró los espacios libres de humo, mientras que la advertencia de elevar los impuestos para el tabaco mantiene a la nación en un grado medio, presentando un resultado de 73,1% con tendencia a la baja. En cuanto a la prevalencia del consumo actual de tabaco entre adultos, el informe reveló que, en su encuesta más reciente, esta era de 8,5% en el país, mientras que esta misma prevalencia por sexo correspondió a 12,4% hombres y 4,6% mujeres.
A su vez, la prevalencia de consumo de tabaco en jóvenes indicó que el 9,0% mantienen un consumo actual. El desglosado por sexo en jóvenes reveló que el consumo de tabaco se da en un 9,2% de los hombres y un 8,6% de las mujeres. Igualmente, frente a la prevalencia de uso actual de cigarrillos electrónicos, Colombia presenta un consumo del total del 9,0%. En el estado de las políticas sobre advertencias sanitarias, Colombia cuenta, según el informe, con una advertencia de tamaño mediano con un promedio entre el 30% y 49% de cobertura en el frente y reverso del paquete de cigarrillos.
Finalmente, el CMCT de la OMS requiere que se adopte la medida W (advertir sobre los peligros del tabaco) dentro de los tres años posteriores a la entrada en vigor del tratado en un país, en el cual Colombia no ha cumplido con los requisitos mínimos. A raíz de lo anterior, el Ministerio de Salud y Protección Social, aseguró que según la Encuesta de Calidad de Vida del Dane, entre 2016 y 2021, el porcentaje de fumadores o prevalencia bajó del 8.3% al 5.6%, lo que quiere decir, que en el país hay un millón menos de fumadores frente al resultado anterior.