Ernesto Cardoso Camacho
La abrumadora mayoría con la que fue elegido el único aspirante real a la Contraloría General permite establecer que la estrategia del gobierno funcionó a plenitud. El cambio en el listado de aspirantes y de sus respectivas calificaciones para determinar los puntajes respectivos hizo posible el milagro. Sacaron del listado de elegibles a quien tenía la mayor simpatía del gobierno y ponderaron a Rodríguez con el mayor puntaje, en una hábil maniobra política que sirvió para justificar venderlo como el mejor y de esta manera conseguir el apoyo masivo de los congresistas a su nombre.
Una vez más se comprueba porqué razón fue escogido Roy Barreras como el presidente del Congreso. Es un mago que conoce bien las entrañas de la clase política, de sus debilidades e intereses; pero además interpreta y ejecuta fielmente la estrategia del presidente Petro para conseguir los más trascendentes propósitos de su gobierno del cambio.
Los congresistas de los partidos Liberal, Conservador, la U, Cristianos; y finalmente los de CR, terminaron en lo que los ha caracterizado; el clientelismo y la politiquería; pues habían anunciado de manera pública su apoyo a otra candidata y cambiaron su voto para asegurar sus privilegios políticos e intereses personales. Es tan impresionante la atracción de los congresistas por los puestos y los privilegios del poder que, hasta el CD que se declaró en abierta oposición, terminó plegándose a la aplanadora petrista.
Así es cómo estamos presenciando que la promesa del cambio se convierte una vez más en discurso demagógico que ofende las esperanzas y expectativas de las inmensas mayorías nacionales.
La explicación es tan sencilla como contundente. El Contralor vigila, investiga y sanciona; sin excepción alguna; a los servidores públicos que deciden cómo se gastan o invierten los cada vez más escasos recursos públicos. Esa función le da un gran poder y adicionalmente tiene disponible una nómina de algo más de 1000 funcionarios que devengan salarios importantes. Ello le permitirá otorgar a cada congresista, de los 260 que lo eligieron, 4 cargos a cada uno. Y habrá Contralores Territoriales que ejercerán sus funciones, escogidos por las próximas coaliciones entre congresistas que buscarán elegir a sus gobernadores y alcaldes.
Ese es el triste panorama al que nos veremos abocados. Por otra parte, es por lo menos curioso que el mago Roy, una vez alcanzado su objetivo de elegir un Contralor en esas circunstancias, con gran cinismo haya anunciado que presentará un proyecto de ley para eliminar la Contraloría y reemplazarla por un Tribunal de Cuentas sugerido por la OCDE. La pregunta es obvia. Si piensan eliminar ese fortín político y burocrático, entonces, ¿para qué montaron semejante pantomima cuyo único propósito era elegir a quien habían escogido? Todavía creen estos políticos que los ciudadanos somos unos idiotas que no tenemos discernimiento para observar sus mañas y vicios que los caracterizan.
La aplanadora organizada así en el congreso permite visualizar que estaremos abocados a dos opciones. El gobierno ejercerá a plenitud su dominio que le garantiza la aprobación acelerada de sus proyectos más trascendentes. ¿O habrá un rompimiento que terminaría conduciéndonos a una Constituyente?
En este aspecto, llama la atención el que una vez consolidada la aplanadora, el gobierno haya decidido enviar el mensaje de urgencia para el trámite y aprobación de la reforma tributaria. Ello permite pensar que una vez aprobada, se repetirá el mensaje de urgencia para los demás proyectos de acto legislativo y de ley que le interesan tanto al gobierno, con el fin de lograr su aprobación sin mayores dificultades.
Personalmente me inclino más por la segunda opción. No veo razonable que, no obstante el cinismo de los congresistas, los partidos tradicionales que en su conjunto tienen mayoría relativa, arriesguen su reelección inmediata siendo simples comodines del Pacto Histórico, aprobando reformas que sin duda muchas de ellas pueden significar un “salto al vacío”, a cambio de mermelada.
La prohibición del fracking; la reforma pensional; la paz total; el cambio en la doctrina militar; la reforma agraria integral; son entre otros, proyectos en que esta comprometido el gobierno Petro y que generarán cierto escozor en muchos sectores de opinión. Y lo más grave. La inseguridad, la violencia y la corrupción seguirían su arrolladora presencia en el escenario nacional. Por ello, me atrevo a pensar que la Constituyente sería inevitable.