A 79 ascendió el número de fallecidos en una cadena de violentos enfrentamientos en tres centros penitenciarios de Ecuador, atribuida por las autoridades a una disputa entre bandas por el control de las prisiones.
Según las últimas cifras oficiales ofrecidas por el Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad se han reportado 31 personas fallecidas, mientras que en el número 1, se registraron seis decesos.
En la cárcel número 1 de la provincia andina de Cotopaxi (centro) hay otros 8 fallecidos y en la del Azuay (sur), 34. Hay veinte personas heridas (10 en Guayaquil e igual número en Cuenca) que, “según los reportes, estaban estables”.
De acuerdo con el Snai, la situación en las cárceles “se encuentra controlada” tras una jornada de violencia sin precedentes en los registros de los centros de detención en el país andino.
El Servicio informó de que continúa desarrollando el “levantamiento de información de las pérdidas humanas y demás aspectos relacionados con los enfrentamientos suscitados”.
En una rueda de prensa en Quito, el jefe de prisiones, Edmundo Moncayo, atribuyó ayer los motines a rencillas entre, al menos, dos bandas criminales que se disputan el control de las prisiones.
Eso obedece probablemente al vacío que se generó tras el asesinato en diciembre pasado de un reo que había sido liberado, José Luis Zambrano, alias “Rasquiña”.
La reyerta se produjo de forma paralela en los tres centros carcelarios que concentran, según el funcionario, “el 70%” de la población penitenciaria de todo el país, donde hay alrededor de 60 prisiones.
No es la primera vez
Los motines en las prisiones de Ecuador no son un fenómeno nuevo, y de tanto en tanto se producen casos por todo tipo de razones.
En agosto pasado el presidente, Lenín Moreno, declaró un estado de excepción en el sistema carcelario del país ante lo que definió como un “caos” generado por “mafias” en el interior de los centros penitenciarios.
Una pelea entre reclusos en la cárcel de máxima seguridad de Cotopaxi, cerca de la ciudad andina de Latacunga, dejó en esa época dos convictos muertos.