Pese a que el ahora exsenador Eduardo Pulgar renunció a su curul al Congreso de la República, tras conocer del proceso judicial en su contra por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia estimó pertinente avanzar con su expediente y no remitirlo a la Fiscalía General.
La Sala acogió la ponencia del magistrado Misael Rodríguez quien negó la solicitud que hizo Pulgar y su defensa Jaime Granados, quienes adujeron que los hechos por los que se le investiga no están relacionados con su labor como congresista en el legislativo.
Pulgar, quien hacía parte del Partido de la U, presentó su renuncia en la segunda semana de febrero, precisamente, mientras la Corte le rechazaba la solicitud de su defensa de descartar como prueba los audios e interceptaciones en las que se le escucha presionando a un juez de la Costa Atlántica para favorecer un tercero.
El exsenador, quien permanece privado de la libertad desde el pasado 3 de diciembre en la cárcel La Picota de Bogotá, ha adelantado una serie de maniobras judiciales que han culminado en el aplazamiento de las diligencias tanto penales como disciplinarias.
En agosto pasado, la Sala de Instrucción abrió investigación y llamó a indagatoria al senador por los delitos de cohecho, tráfico de influencias y delitos contra la participación democrática.
La Procuraduría señaló que valores y principios como la probidad, moralidad y rectitud se vieron comprometidos en el actuar del congresista al desestimar el rol de las autoridades judiciales.
El ente de control “calificó provisionalmente la falta de Pulgar Daza, tipificada en la ley como el delito de cohecho por dar u ofrecer, como gravísima a título de dolo”.
No obstante, Pulgar le dio un revés a la investigación disciplinaria al considerar que no debía ser indagado por el Ministerio Público, sino por la Comisión Ética del Congreso de la República. En este caso, la Procuraduría rechazó la pretensión del senador.