DIARIO DEL HUILA, ASTROFÍSICA
Debido a que es el hidrógeno es que el que aporta mayor tamaño al cuerpo celeste, lo primero que sucedería, si se quema el hidrógeno que contiene, es que se reduzca haciendo este fenómeno cada vez más progresivo. Los resultados serían catastróficos.
El hidrógeno quemado se convierte en helio que, como es un elemento más pesado, se va acumulando en el núcleo de la estrella. Cuando al Sol le quede ya poco hidrógeno, porque lo haya convertido en helio, desaparecerá el equilibrio de fuerzas. Ahí ya se dice que el Sol se ha ido de la secuencia principal. Dejará de quemar hidrógeno porque lo habrá consumido prácticamente todo y entonces, como ya no habrá esa enorme presión saliendo del núcleo, la estrella se contraerá ya que gana la fuerza de gravedad. El núcleo se contraerá cada vez más y se hará cada vez más pequeño.
Por el contrario, las capas exteriores del Sol en las que no hay helio seguirán quemando el hidrógeno que quede y eso hará que se expandan muchísimo porque estarán muy calientes. Los procesos termodinámicos provocados por la expansión que causarán al mismo tiempo, que se enfríe un poco y de ahí el color que adquirirá; rojizo. Entonces el Sol tendrá un tamaño gigantesco y de color rojizo, con un núcleo cada vez más pequeño en el centro. Esta etapa es la de gigante roja.
Esto seguirá así hasta que el núcleo alcance la temperatura suficiente para quemar helio, unos cien millones de grados. Y hasta entonces seguirá el colapso del núcleo. Ahí se produce un fenómeno que tiene un nombre muy curioso: ‘flash del helio’. Lo que ocurrirá es que, en muy poco tiempo, del orden de segundos o como mucho, minutos, habrá una fusión descontrolada del helio que producirá carbono. Y así acabará la fase de gigante roja.
A partir de ahí, comenzará a quemar helio, que al fusionarse se convertirá en carbono. Pero el núcleo del Sol nunca alcanzará la temperatura suficiente para quemar carbono porque esta estrella no tiene la masa necesaria para llegar a esa temperatura. Eso quiere decir que, cuando se acabe el helio, finalizará también la vida del núcleo y ahí se acaba todo. La estrella se convertirá en una enana blanca con un núcleo que ya no puede generar más energía y que se irá enfriando poco a poco.
Las capas exteriores explotarán y se convertirán en una nebulosa planetaria. No hay que preocuparse mucho porque para que sucedan estos eventos catastróficos faltan unos cinco mil millones de años. Pero ese será el final del Sol y también del Sistema Solar, porque cuando las capas externas se expandan, el radio del Sol será unas doscientas veces el de ahora. Y en esa expansión, el Sol engullirá Mercurio y Venus, lo que no se sabe, exactamente, es si llegará hasta la órbita de la Tierra. Pero, aunque no llegué hasta el planeta tierra, para entonces ya hará millones de años que la temperatura será tan alta que la vida habrá desaparecido mucho antes.
