En el ‘ranking’ del Índice Global de Jubilación para 2022 que elaboró la firma francesa Natixis, especializada en banca y en gestión de activos, para 44 países de todos los continentes, Colombia retrocedió dos posiciones hasta la antepenúltima casilla. Así las cosas, en el país tricolor la seguridad en la jubilación obtuvo un puntaje global del 35%, diez puntos por debajo del registro de 2021 cuando fue de 45%.
Este estudio mide cuatro indicadores, donde Colombia se posicionó por debajo de las primeras 20 posiciones en solo uno de ellos. En la categoría finanzas en la jubilación, el país se ubicó la decimoséptima posición, con un puntaje de 62% para el reciente estudio, al igual que en 2021. Además, el país obtuvo la posición 37 en el rubro de salud; 38 en calidad de vida y 43 en bienestar material.
En consecuencia, se ubicó como el tercer mejor país de América Latina, pese a estar en las últimas posiciones. Chile fue el país mejor ubicado en la posición 34, seguido de México en la 36. Después de Colombia, en el puesto 43 se vinculó Brasil. “Los retos a los que nos enfrentamos ahora y a los que nos enfrentaremos en el futuro son claros. Acertar con la jubilación y ayudar a que los individuos puedan vivir con dignidad después de sus años de trabajo es una cuestión de sostenibilidad fundamental para la sociedad”, señaló José Luis León, country head de Natixis IM para Colombia y Perú.
A su vez, Noruega, Suiza e Islandia completan, en ese orden, el podio de los mejores países para la jubilación, manteniéndose frente a la edición anterior del informe, salvo por los nórdicos, que cambian el orden. Irlanda y Australia cierran los primeros cinco lugares de la tabla. A estos le siguen, en escalada, Nueva Zelanda, Luxemburgo, Países Bajos, Dinamarca y la República Checa.
Finalmente, en esta décima versión del Índice Global de Jubilación (GRI, por sus siglas en inglés) se revela que este año 2022 “puede ser” uno de los peores para pensionarse en comparación con los últimos tiempos, ya que “los retirados se arriesgan no solo a tomar los ingresos de la pensión de un conjunto de activos ya agotado, sino que tendrán que asumir mayores riesgos con las carteras para recuperar el terreno ya perdido”.