DIARIO DEL HUILA, HOMENAJE
Durante esta semana partió a la presencia del Señor Judith Vanegas de Martínez. Diario del Huila hace un homenaje a su memoria remembrando momentos de su existencia. Condolencias a su familia. Paz en su tumba.
Judith Vanegas de Martínez era la séptima hija, en orden de edad, en la familia de los abuelos; Ángel María Vanegas Rojas y Raquel Castro Motta. Había nacido hace 91 años en el municipio de Elías al sur del Huila, hermana de Magola, que era la mayor, Luis Eduardo, Mari luz, Humberto Hernando, Nelly, Pina, Fabio, Olga Jairo, Cecilia, Álvaro, Alfredo y Omar. 13 de ellos ya fallecidos, en los últimos días, con inmensa tristeza, se recibió la noticia de la muerte de Judith quien deja un inmenso vacío en sus hijos, nietos y bisnietas, y en el corazón de sus sobrinos quienes la aprendieron a conocer y a quererla en toda su inmensa dimensión humana.
Joven y linda, en el año de 1.953 en que su padre Don Ángel María se desempeñaba como Gobernador del Huila, Judith contrajo matrimonio con el distinguido abogado oriundo de Garzón, el Dr Enrique Martínez Orozco, quien años después ejerciera como gerente del Banco Comercial Antioqueño en Neiva, secretario de Gobierno Departamental durante la administración del Gustavo Salazar Tapiero, y secretario de Hacienda en la de Augusto Paredes Tamayo. Notario en Garzón por muchos años y prestante empresario en la región.
De esa feliz unión nacieron sus hijos, Carmen Elisa, alma y nervio de esa apreciada familia, Esperanza, Julia, Olga Victoria, Martha Eugenia, Carlos Enrique y Luis Guillermo, Q.E.P.D., todos ellos cercanos al amor de su madre y vástagos de una impecable estirpe; complementada por yernos, nueras, trece nietos y tres bisnietas que conforman su descendencia.
“Tuve la fortuna de conocerla por muchos años, de disfrutar su afecto por ser una tía muy especial debido a su innato cariño hacia sus sobrinos y hermanos menores”, contó Julio Bahamón Vanegas.
Por aquella época era costumbre en la familia de mis abuelos, Ángel y Raquel, cuyas hijas y nietos, todos los años, terminando el calendario escolar viajaban a pasar las vacaciones en Elías en una finca denominada ‘La Cabaña’ en donde habían nacido sus 19 hijos; a 15 de ellos tuve el privilegio de conocer cuando tuve uso de razón.
Judith heredó de su abuela Raquel, la disposición para ser una artista y de las mejores en trabajos manuales, como la elaboración de flores, pintura al óleo, fabricación de lencería, y con Pina, su otra hermana se constituyó en la creadora y diseñadora de las famosas faldas y blusas del atuendo femenino para la celebración de las fiestas y reinados del bambuco durante las festividades del Sanpedro en el Huila.
Con el paso de los años, Judith se fue a vivir a Bogotá al lado de sus hijos, y plena de una gran sensibilidad social resolvió crear, para la juventud abusada y huérfana del país, una organización sin ánimo de lucro dedicada a su protección a través de la Fundación de San Francisco de Asís.
“Hoy murió Judith y sentimos una inmensa pena y dolor. Pero, a la vez, una gratitud a Dios por habernos dado por tantos años a esa gran mujer. Nos unimos con este prestigioso diario a las manifestaciones de condolencia que hacemos extensivas a sus hijos y familia”, contó Julio Vanegas. Paz en su tumba.
