En la costa occidental de Tasmania, en Australia, unas 230 ballenas piloto fueron encontradas varadas este miércoles y al parecer sólo la mitad estaban vivas, según informó el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de ese estado.
Las imágenes aéreas mostraron una escena devastadora de decenas de cetáceos negros tendidos a lo largo de una playa donde el agua helada del sur se encuentra con la arena.
Lugareños cubrieron a las supervivientes con mantas y las rociaron con cubos de agua para mantenerlas con vida, mientras otras intentaban liberarse -en vano-. Más allá, muchas yacían muertas.
Expertos en conservación marina y personal con equipo de rescate de ballenas se dirigen al sitio donde se encuentran las ballenas, según anunciaron las autoridades. Tratarán de devolver al agua a aquellas que estén lo bastante fuertes como para sobrevivir, y probablemente remolquen los cadáveres mar adentro para evitar atraer tiburones a la zona.
Hace casi dos años atrás, en la misma zona, se dio otro varamiento masivo de casi 500 ballenas piloto, de las cuales solo 100 sobrevivieron. Las causas de los varamientos masivos no son plenamente conocidas. Científicos han sugerido que podrían ser provocadas por manadas que se desvían después de alimentarse demasiado cerca de la costa.
Las ballenas piloto son altamente sociables y suelen seguir a sus compañeros de manada que se aventuran a situaciones de peligro.
A veces ocurre cuando ballenas viejas, enfermas o heridas nadan hasta la orilla y otros miembros de la manada les siguen, intentando responder a las señales de socorro de la ballena que se ha quedado varada. Otras se confunden y creen que están en aguas abiertas al oír los sonar de alta frecuencia, cuando en realidad se encuentran en playas con pendiente pronunciada, como ocurrió en el caso de las ballenas varadas en Tasmania.
Esta semana también se habían encontrado 14 cachalotes macho jóvenes muertos, varados en una playa remota en King Island, en la costa norte de Tasmania. La muerte de los cetáceos podría ser un caso de «desventura», apuntó el biólogo de vida silvestre Kris Carlyon, de la agencia ambiental del gobierno estatal al diario local Mercury.
«La causa más común para estos eventos es una desventura, podrían haber ido a buscar comida cerca de la costa, podría haber habido alimento y posiblemente quedaron atrapados en una marea baja», explicó Carlyon.