La deficiente cultura vial que impera en todo el país está haciendo mella en el aumento de los accidentes de tránsito en las carreteras y vías urbanas. Diariamente los medios de comunicación están difundiendo imágenes y noticias sobre estos siniestros que están enlutando a miles de familias en Colombia. Lo preocupante para la sociedad colombiana, es que estos eventos son producto de la irresponsabilidad de los conductores, que en su gran mayoría no poseen los documentos exigidos por el Código Nacional de Tránsito. De acuerdo con estadísticas oficiales, más del 50% de los vehículos y motociclistas circulan por las vías en el país, sin Soat. No debemos bajar la guardia. Así suene fuerte, debemos crear una cultura de la prevención y de seguridad para todos los conductores y motociclistas. No podemos seguir soportando la frecuente contravención de las personas que irrespetan las señales de tránsito.
Durante el presente mes, se han presentado una racha de accidentes automovilísticos, algunos con saldo fatal de personas fallecidas y lesionadas, lo cual nos obliga a preguntar, de nuevo, qué está pasando con la seguridad vial en el país. Y aquí hay que prender todas las alertas. Las autoridades han expresado que las cifras siguen mostrando un panorama sombrío con tendencia a empeorar. Durante la presente vigencia, 5.247 personas han perdido la vida sobre el asfalto, 21 cada día, mientras que en 2021 en el mismo periodo se contabilizaban 4.806. De los fallecidos, 3.138 eran conductores; 1.155, peatones, y 925 eran pasajeros. Muy preocupante este panorama. Inclusive muchos circulan sin el previo cumplimiento de la revisión tecno mecánica de sus vehículos y por la impericia de la mayoría que no respetan las normas contempladas en el Código Nacional de Tránsito.
Lo critico, son los accidentes de los motociclistas. La situación más crítica se registra por el aumento en relación con el año pasado, que representaron el 59 por ciento. Llama la atención respecto a que el principal tipo de siniestro es el choque contra elemento fijo (postes, árboles y andenes), episodios que se asocian a exceso de velocidad o falta de pericia de los conductores. Preocupa también la cantidad de peatones atropellados por motociclistas. Así suene antipopular. Los controles de las autoridades de tránsito deben ser estrictos y permanentes. Este esfuerzo aquí debe ser persistente y armónico. Las autoridades no pueden bajar la guardia en sus controles y en la instalación de elementos de seguridad, sobre todo en las calles de las ciudades, que es donde hoy se concentra el problema. Pero de nada servirá lo que se haga desde esa orilla, si entre los conductores no hay más conciencia de que con su actuar irresponsable no solo ponen en peligro sus vidas, sino las de personas inocentes.
