Hasta este domingo los reportes indicaban que la cifra de fallecidos ascendía a 125, registro que en un inicio se pensó era mayor.
Un enfrentamiento entre simpatizantes del Arema FC y Persebaya Surabaya derivó en la intervención policial para disuadir a los revoltosos, lo que provocó mayor violencia y un saldo fatídico.
En varias ligas del mundo, entre ellas la de Holanda, realizaron minuto de silencio en homenaje a los fallecidos, mientras que en Indonesia es evidente el dolor por las pérdidas humanas.
Indonesia y el mundo entero no paran de lamentar la muerte de al menos 125 personas en una estampida en una cancha de fútbol, una de las peores tragedias jamás ocurridas en un estadio.
Los hechos, que también causaron 323 heridos, tuvieron lugar el sábado por la noche, en la ciudad de Malang, en el este de la isla de Java.
Seguidores del Arema FC invadieron el terreno de juego del estadio Karnjurhan, luego de que su equipo perdiera 3-2 ante el Persebaya Surabaya, la primera derrota ante su archirrival en más de dos décadas.
La policía intentó persuadir a los aficionados de regresar a las gradas y dispararon gas lacrimógeno después de la muerte de dos agentes.
Esto provocó que la muchedumbre se dirigiera rápidamente hacia las salidas, donde muchas personas quedaron atrapadas.
Numerosas víctimas murieron pisoteadas o asfixiadas.
Las autoridades, que en inicio habían reportado 174 muertos, entregaron un balance final de 125, al paso que explicaron que de entrada se habían contabilizado personas que estaban en hospitales.
Momentos de pánico
Varios supervivientes describieron cómo los espectadores en pánico se aglomeraron cuando les lanzaron gases lacrimógenos.
“Los policías dispararon gas lacrimógeno y automáticamente la gente corrió para salir, empujándose unos a otros, y eso causó muchas víctimas”, declaró a AFP Doni, un espectador de 43 años que declinó revelar su apellido.
El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó el domingo revisar la seguridad en los estadios tras la tragedia.
En un mensaje por televisión, Widodo ordenó al ministro de Deporte y Juventud, la Policía y la asociación local de fútbol “realizar una evaluación a fondo de los partidos de fútbol y los procedimientos de seguridad”.
El director de un hospital dijo a una televisión local que entre las víctimas hay un niño de cinco años.
Imágenes captadas dentro del estadio durante la estampida mostraron gran cantidad de gas lacrimógeno y gente subiendo a las vallas.
Amnistía Internacional llamó a que se efectúe una investigación sobre por qué se utilizó gas lacrimógeno en un espacio cerrado.
“El gas lacrimógeno solo debe ser usado para dispersar multitudes cuando hay violencia generalizada o cuando otros métodos han fallado. Se debe advertir a la gente que el gas lacrimógeno va a ser utilizados para permitirle que se disperse”, indicó en un comunicado.
En Yakarta, unos 300 aficionados al fútbol, entre ellos varios “ultras”, se congregaron para una vigilia fúnebre delante del estadio Gelora Bung Karno, el más grande de Indonesia. Algunos gritaron “asesinos” y lanzaron fuegos artificiales como protesta.
Otras imágenes divulgadas en redes sociales muestran a personas insultando a los policías, que se resguardaban con escudos. El estadio tiene capacidad para 42.000 personas y según las autoridades estaba lleno. La policía indicó que unas 3.000 personas invadieron la cancha.