Por: Carlos Yepes A.
Quizás muchos ya no recuerdan un hecho sin precedentes en Neiva sucedido en 1987, la ciudad fue evacuada por motivo de un falso rumor proveniente de un grupo de jóvenes a quienes se les ocurrió decir que la represa de Betania se había “reventado” a eso de las siete de la noche.
Se pudo evidenciar como la angustia y la desinformación ocasionaron un pánico colectivo que llevó a que miles de Neivanos salieran corriendo de sus viviendas en busca de un refugio seguro para no morir ahogados por la fuerza de la avalancha que venía ya en el juncal de acuerdo con el falso comentario.
Se vieron carros encadenados a los árboles para que el agua no los arrastrara, se veía gente en piyama y/o en paños menores corriendo por las calles, otros tratando de salvaguardar sus pertenencias corrian con neveras y televisores al hombro, carros con personas hasta en los techos y agarradas de cualquier forma, otros prefirieron subirse encima de casas y edificios, en fin, el pánico se apoderó de la ciudad y motivó una evacuación sin precedentes y para la cual la ciudad no estaba preparada.
Recuerdo que la subida a Buganviles fue la vía más congestionada junto con la de la Gaitana, la gente huyó en esa dirección buscando la parte alta de la ciudad en la espera que el nivel del agua allí nunca los alcanzaría ocasionando un monumental trancón de subida y luego de bajada. En nuestro caso particular mis padres, mi abuela, hermanos, primos y demás familia se acomodaron “todos” en un automóvil Mazda 323 y producto del recalentamiento quedaron en la mitad de la subida a Buganviles, regresaron a la madrugada.
Hago referencia a este pintoresco episodio, tal vez solo comparable con lo sucedido por la supuesta vista del “Embajador de la India”, para llamar la atención acerca de una obra que a mi juicio quedó mal diseñada y dimensionada para la capital del sur colombiano.
Se trata del “único carril” de salida que quedó habilitado para salir de la ciudad de Neiva hacia el norte tomando la ruta 45. No considero técnicamente viable que una ciudad capital como Neiva, a las portas de tener medio millón de habitantes y un parque automotor considerable, se vea limitada a tener que usar un solo carril para salir de la ciudad.
No quisiera imaginar que esta corta visión, a la que nos tienen acostumbrados con las obras que realizan en Neiva, se pueda convertir en un cuello de botella en el momento en que la ciudad requiera por cualquier motivo un flujo importante de carros y motos hacia el norte. ¿Pensaron en una evacuación o en temporadas de puentes y festivos?
En términos prácticos quedó prohibido evacuar la ciudad, esperamos que ni un nuevo embajador nos visite y que las fuerzas del Quimbo y Betania nunca se vayan a confabular contra los neivanos. Necesitamos un “acuerdo para vivir mejor”.
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