Por: José Eliseo Baicué Peña
Hace más de 30 años se vienen haciendo esfuerzos por impulsar el fútbol femenino en Colombia. Han sido gestiones, solicitudes, y conversaciones con los gobiernos, con el Estado, con organizaciones diversas y, por supuesto, con las entidades del fútbol colombiano.
La verdad, los apoyos y respaldos han sido casi nulos. Por lo tanto, el protagonismo y figuración en el ámbito nacional e internacional apenas se conoce.
Y, es apenas entendible y consecuente con las políticas nacionales de apoyo al deporte del país. Podría decirse que es un padecimiento de todos los deportes, no sólo del fútbol. Si bien el balompié masculino tampoco ha tenido el respaldo necesario, pues, apenas se apoyan los equipos profesionales y algunos otros, existe un amplio sector poblacional que reclama atención para demostrar su talento y disciplina.
Es decir, todo esto ha sido un proceso lento, pues, sumado a esa negligencia de apoyo económico, por su parte la dirigencia deportiva nacional también ha prestado oídos sordos a este clamor de grandes deportistas y asociaciones del país. Se necesita un plan a largo plazo que permita incluir muchas de las apuestas y talentos diseminados por todo el territorio nacional esperando una oportunidad.
No obstante, la selección femenina está demostrando que sí es posible alcanzar logros de talla internacional pese a todas estas carencias y dificultades. Los recientes excelentes resultados en la copa América de la selección femenina de futbol han enviado un clamoroso y urgente mensaje a la dirigencia del fútbol nacional y al gobierno de turno.
La selección Colombia de fútbol ya está en India para participar en el mundial sub-17. Y, aunque perdió en su primer encuentro con España, las esperanzas son grandes.
Esperemos que el combinando femenino haga una buena presentación en este torneo internacional para bien de Colombia. Pues, el fútbol femenino también debería mirarse como una visión de país.
Esto puede resultar un ejemplo para las nuevas generaciones, crear la liga femenina, y respaldar constantemente a todos los tantos que día a día surgen en todos los rincones del territorio nacional. Política pública para el deporte se pide a gritos. El ministerio del deporte debe acoger, de manera consensuada, estas iniciativas y dejar huella en Colombia y en el hemisferio.