| Por: Adonis Tupac Ramírez Cuellar |
Esta semana culmina el quinto festival de poesía de Neiva, evento que convoco más de 30 poetas de la ciudad, 5 poetas nacionales y un poeta y cantautor español, con un festival itinerante por diferentes municipios del Huila (Algeciras, Gigante, San Agustín, Villavieja, Rivera y Palermo). Como siempre el alma y motor del festival ha sido Ana Patricia Collazos, que con su incansable labor ha logrado convocar a todos estos poetas de diferentes edades y orígenes para trajinar el Huila.
Desde España nos visitó el Duende Josele, gran escritor, poeta y cantautor, que con su sencillez y amor por Colombia nos dejó enamorados.
El evento central fue el reconocimiento realizado al maestro Amadeo González Triviño, poeta, escritor, gestor cultural y creador del centro cultural cuatro tablas en Garzón, que ha mantenido por más de 40 años como un oasis cultural
El tema central fue la poesía invencible de los invisibles, por esta razón se realizaron conversatorios y recitales con discapacitados auditivos, población carcelaria, mujeres campesinas; el objetivo fue visibilizar los invisibles que escriben y que con su escritura están tejiendo esperanza, sanando dolores y también denunciando el abandono.
La poesía nos ha convocado a abrazarnos en medio de la palabra, a escuchar esas voces que han estado ocultas y a construir lazos de fraternidad; la palabra como instrumento de curación y de reconciliación en medio del postconflicto en el paí; por esta razón es que deben existir los festivales de poesía, literatura, música y culturales para mantener la llama de la esperanza.
En medio de muchas dificultades y con escasos recursos como cada año se logró nuevamente dar a luz este Quinto festival; festival que desde que lo gestamos con Ana Patricia el objetivo principal era recorrer las calles de Neiva y del Huila, llevando la poesía con los poetas y escritores de la región.
Agradecer a los poetas que nos acompañaron, a las personas que asistieron a los diferentes eventos y a los invisibles invencibles que siguen persistiendo y creyendo en la palabra.
Larga vida al festival de poesía de Neiva y que el próximo año vuelva a llevarnos por todos los caminos del Huila para seguir construyendo reconciliación y esperanza.
