En el segundo día de la Cumbre Mundial Virtual de Alta Montaña, expertos como Mauricio Cerna, consultor del Departamento de Desarrollo Sostenible de la Organización de Estados Americanos (OEA), reportó que Colombia ha perdido el 58% del área de glaciares en los últimos 37 años (1980-2017).
Indicó que la cordillera de Los Andes alberga entre el 95% y 99% de los glaciares tropicales del mundo; de los cuales el 70% se encuentra en Perú; el 20% en Bolivia; 4% en Ecuador; 3% en Colombia y otro tanto en Venezuela.
«Estos datos surgen de diversos estudios generados por la Comunidad Andina de Naciones, CAN e investigadores como Ceballos, entre otros», expresó.
Reseñó que estos datos revelan la importancia de los glaciares tropicales en la región y el mundo; además, porque recientemente los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (en inglés IPCC) señalaron la probabilidad de que en elaño 2100, el 80% de la masa glaciar desaparezca por los efectos de los gases efecto invernadero que aceleran el calentamiento global.
Los científicos del IPPC han reiterado, en diversas oportunidades, sobre los efectos de las actividades humanas (industria, agricultura, ganadería, construcción, entre otros) en el incremento de los gases efecto invernadero que, a su vez, aceleran el calentamiento global y el cambio climático.
«La región de Sudamérica ha perdido en promedio, el 50% de sus glaciares tropicales», advirtió Cerna, al comentar que Venezuela ha perdido nueve de los diez glaciares.
¿Qué significa la pérdida de los glaciares?
Para el experto, significan varias cosas, pero «inicialmente la relación de los glaciares y la pérdida de agua dulce para la vida en el planeta, entre ellas, la humana».
«Es importante señalar el aporte de agua que tienen los glaciares en las temporadas secas. No hay que olvidar que con el cambio climático, se prevé que los patrones de lluvias varíen en algunos escenarios. Es decir, que en algunos lugares tengamos menos lluvias o más lluvias y sin duda, esta situación incidirá en menor o mayor agua en algunos países», explicó.
Reportó que en escenarios «normales» de condiciones de lluvias, ciudades como La Paz en Bolivia depende, en un 65%, del agua de los glaciares para el consumo humano. En época de sequía, la dependencia aumenta al 91%, afirmó.
«Estos podrían ser datos en el que exaltamos a la ciudades pero también debemos tener en cuenta a las comunidades cercanas que se ven directamentemente afectadas por la falta de agua, ante el derretimiento de los glaciares», mencionó.
Finalmente, Mauricio Cerna señaló la importancia de tomar decisiones en política publica que genere una mayor resiliencia entre las comunidades y los países andinos, dada el contexto del cambio climático y la pérdida acelerada de la masa glaciar en todos ellos.