Por: Jaime A. Arrubla
Un enorme avispero se alborotó con la aparente intervención del viceministro del Interior para lograr la efectiva liberación de dos muchachos integrantes de la Primera Línea. Ya desde el Congreso se anuncia que será citado a debate de control político para que dé razón de sus actuaciones.
El suceso ocurrió el pasado domingo, en alrededores del Portal Américas, lugar donde se presentó una protesta para exigir la libertad de algunos de los integrantes de la Primera Línea y de otros jóvenes presos por delitos cometidos durante las manifestaciones violentas del año pasado 2021. La protesta terminó en actos vandálicos contra el patrimonio del Estado.
Un video tomado en el acto e in situ, muestra al funcionario del Mingobierno bajándose de una tanqueta del Esmad donde tenían detenidos a dos muchachos sospechosos de vandalizar el vehículo del director de la policía. Ambos fueron liberados, al parecer, gracias a la útil gestión del vice, que se entregó a la efectiva tarea de abogar por ellos.
El acontecimiento registrado en el video, generó de inmediato una serie de cuestionamientos: el primero, ¿Qué hace un funcionario del Ministerio del Interior en una tanqueta? ¿Por qué interfiere en un procedimiento que no es de su competencia? Al parecer ¿Hubo una obstrucción de un funcionario del Ministerio a un procedimiento policivo impidiendo su judicialización? ¿Se presenta un abuso de autoridad, este sí in fraganti y con video que lo acredita? O será que ya pasaron la policía al Ministerio de Interior y no nos dimos cuenta.
Salió luego en noticieros el ministro de la Defensa, en defensa del funcionario del Mingobierno, a decir, que es que no había pruebas y no habían sido detenidos en flagrancia, afirmación con la cual salva al funcionario, pero perjudica a los policías, que resultan siendo los que hicieron un procedimiento irregular, deteniendo a unos inocentes ciudadanos, que pudieron ir a dar a prisión si no es por la oportuna intervención del funcionario devoto de San Ivo. Parece que en el gobierno Petro hay nostalgia por el ejercicio profesional de abogado, que está convirtiendo a algunos de sus funcionarios en defensores de oficio.
Pareciera que la única sensata en la jornada fue la señora Alcaldesa de ciudad que, a su llegada del extranjero, advirtió al gobierno nacional que la seguridad no se obtiene con impunidad sino con justicia. “No es la impunidad, la que nos va a dar seguridad, ni tranquilidad. Es la justicia, las oportunidades y el estado social de derecho. No el estado social sin derecho e impunidad”, manifestó la funcionaria. Pareciera que a los funcionarios del gobierno que andan ejerciendo el derecho les faltó la lección de democracia que les enrostra la mandataria de Bogotá.