Por: Gerardo Aldana García
Huila es un pueblo de calentanos, de paisanos cuya identidad musical emergió entre notas de Sanjuaneros y Rajaleñas, algunas chirimías y música campesina, en un repertorio que felizmente nos identifica. No obstante, el gusto musical del huilense ha venido abriendo oportunidades para que otros ritmos o géneros lleguen a los escenarios del Teatro Pigoanza o el Centro de Convenciones José Eustasio Rivera. Hablo de expresiones como: el Jazz, la Zarzuela y la Ópera en las que osados y visionarios gestores culturales y artistas del territorio, se resolvieron a concebir y plasmar su escenificación para deleite de una clase social que, sin haberse cultivado en el canto lírico o el son afroamericano del Jazz, ni en la teatral Zarzuela legada por España, se muestra admiradora y afecta de tales manifestaciones artísticas.
Entre 2001 y 2003, los huilenses tuvimos noticias de Giuseppi Verdi y Georges Bizet; entonces, el Teatro Pigoanza supo de un amor entre un guardia y Carmen, cantado por Tenores, Sopranos y Bajos, cuyas entonaciones agudas o graves, en un idioma ininteligible, el muy musical italiano, asombraban levantando el espíritu de espectadores que desde la plataforma inclinada aplaudían con gozo y respeto a los talentosos artistas. Otro tanto pasó con el Jazz de Louis Armstrong que, en trompetas, saxofones, batería y tubas, interpretadas por los maestros de la big band de la Banda Sinfónica del Huila, hacían sentir la fuerza del tan mundialmente conocido ritmo. Después de un silencio musical de estos géneros, hacia 2006 y 2011, hubo algunos ejercicios en Neiva con temporadas de ópera y la muy recordada Semana Cultural Viena – Neiva, los cuales resurgirían en 2017 y 2018, con presencia de artistas europeos, especialmente venidos de Austria, Alemania y España, en virtud de la interacción de la Secretaría de Cultura y Turismo, y el Conservatorio de Música y Canto del Huila, en un empeño valioso de gestores culturales opitas y el maestro David Ricardo Salazar, Director de Orquesta egresado de la Universidad para la Música de Viena y residente allí, en la tierra de Strauss y de Mozart. Los huilenses no olvidamos las versiones de Ópera para La Paz-Cua, que llenaron la Concha Acústica de Neiva y el Parque de La Jagua en Garzón.
El terreno social del Neiva está abonado para recibir esta clase de oferta cultural. Es bueno que las autoridades culturales, el gremio y sus expresiones, así como las empresas patrocinadoras, se interesen nuevamente para que el territorio tenga opciones de calidad para un destino llamado: Huila, Un paraíso para Descubrir.
