Nos hemos enterado de que el 5 de noviembre visitara Pitalito y Neiva el presidente Gustavo Petro para atender los diálogos comunitarios vinculantes que ha diseñado el gobierno para la elaboración del plan nacional de desarrollo.
Se espera que las comunidades le presenten al gobierno los proyectos de desarrollo social y económicos, posibles de realizar para que sean tenidos en cuenta.
Una buena iniciativa oficial que compromete al gobierno nacional con las regiones, pero a la vez una oportunidad para lograr la atención del ejecutivo que, desde luego, no se debe desperdiciar presentándole una lista de “mercado” imposible de cumplir. En el tema de las históricas carreteras de las que venimos hablando desde hace más de 50 años, sin descartarlas, pienso que se debe centralizar el pedido a una o dos vías máximo. Yo recuerdo que en 1.971 se dio comienzo a la apertura de la vía Isnos – Paletara – Popayán y ya vamos a cumplir 51 años de haber comenzado las obras y aun la vía esta sin terminar. Igual sucede con la de La Plata – Purace -Popayán y la de La Plata – Inza -Popayán, todas muy importante pero no se han terminado como se esperaba. Lo mismo ocurre con la vía Colombia – Caparrosal – Uribe. Por eso creo que el Huila debería insistir en un proyecto que de verdad signifique desarrollo económico y social evidente. La Ruta 45 debe ser el corredor vial bandera de toda la región surcolombiana, debemos insistir en el proyecto original de la doble calzada.
El otro proyecto al que me he referido en mis ultimas columnas es el distrito de riego del norte del Huila.
El Huila está obligado a preparar una estrategia para sortear con éxito el tema de la reforma agraria proponiéndole al gobierno alternativas de tierra para que el ejecutivo cumpla con su plan de reforma agraria mediante la adecuación y la construcción de un distrito de riego que colme las expectativas del gobierno nacional, y el Dpto. extienda su frontera agrícola.
En el año 2.004 en los estudios de actualización del distrito, el Ingeniero Jaime Vanegas incrementó el área a regar de 16.000 has, hasta las 30.800 has originales, e identificó un sitio ubicado en la margen derecha del rio Magdalena para derivar agua, por gravedad, en el lugar denominado Paso del Colegio; ahí, en ese lugar el Ing. Vanegas Bernal diseño la bocatoma, el desarenador, el canal de aducción y un canal de conducción de 32 kilómetros de longitud por medio del cual se regará toda el área del distrito desde la margen derecha hasta la cota 540 msnm, aguas abajo.
En 2.014 se estimó el costo de las obras en la suma de $900.000 millones de pesos, que equivalen a US$200 millones. ¿Es mucho pedir? ¿Uds. creen que el Huila se lo merece? A quien quiera que sea y lo amerite, es decir, al próximo gobernador debemos comprometerlo a luchar por esta obra reivindicatoria para la región.
El proyecto adicionalmente beneficiará con agua del canal al acueducto de Neiva para atender el suministro de agua potable a sus 482.000 habitantes. Generará 15.000 empleos directos.
Es útil conocer cómo fue que se financiaron las obras en el distrito del triángulo del Tolima: Esas obras se financiaron con recursos del Fonade e Incoder mediante un convenio interadministrativo por valor de $388.000 millones, y el Conpes autorizo a la nación para endeudarse en US$146 millones de dólares con destino al mismo.
Y nosotros, ¿por qué no nos unimos para pedirle al gobierno que ejecute esta obra como aporte de los huilenses a la reforma agraria y simultáneamente ampliaremos nuestra frontera agrícola? El Huila entregaría el 2% del total de las hectáreas que requiere el ejecutivo. Finalmente, en el nuevo distrito se podrían instalar 5.000 familias campesinas, para generar 25.000 empleos. 03/11/22. Julio Bahamon.
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