Por: Juan Carlos Ramón Rueda
Una respuesta casi automática de parte del presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio del Huila, Ariel Rincón Machado, denota el malestar que generó en algunos sectores del Huila la opinión del ex vicepresidente de la República German Vargas Lleras, al indicar que en su criterio no debe hacerse cesión del contrato de Concesión de esta importante vía y por el contrario debe castigarse a un contratista incumplido y no entrar en decisiones que, según él, rayan con la ilegalidad. Vargas Lleras argumenta que las decisiones de planes remediales, como el mantenimiento del corredor vial y la posibilidad de una cesión del contrato no se han hecho y riñen con actuaciones jurídicas en contra de este. Dice que en 2018 se declaró el incumplimiento contractual; que en 2019 se hizo efectiva la cláusula de caducidad (que fue confirmada) y para colmo, se aplicaron dos multas por cerca de veinticuatro mil millones de pesos.
Estos hechos en el contexto regional generan mucha suspicacia. Especialmente para quienes creemos que pese a la responsabilidad política y administrativa que recae sobre el expresidente Vargas Lleras por su papel protagónico en el Gobierno que adelantó este contrato, algo de razón tiene al poner el grito en el cielo, ante tanto incumplimiento y demora. Ha habido laxitud en la decisión y se percibe un temor exagerado ante la caducidad. Resulta que, si este procedimiento se adelanta bien, jurídicamente no debería demorarse más de lo que llevamos esperando y el gobierno central ya estaría avanzando en un nuevo proceso con mejores condiciones que las lesivas que se pactaron y que elevan el número de peajes de manera perjudicial para los intereses de la región. No olvidemos que la cesión trae consigo el lastre de una mala concesión.
Llevamos tres años esperando acciones reales frente a la responsabilidad del Gobierno Nacional con respecto a este proyecto y no podemos actuar como observadores. Frente a este tema la dirigencia y la sociedad huilense debe proceder de manera concertada. Viene una campaña al Congreso y no faltarán los politiqueros que se lancen al ruedo haciendo demagogia y populismo. Debemos estar firmes en la determinación de no permitir excesivos peajes en el tránsito por el territorio, especialmente para quienes derivan el sustento de andar entre los municipios, algunos muy cerca de otros, lo que afectaría gravemente a sus habitantes. Definitivamente, así no nos guste, Vargas Lleras ha dado en el punto. Ya es tiempo que se tomen decisiones de fondo.