Carlos Yepes A.
Cada cuatro años, el gobierno entrante, debe por ley garantizar la participación ciudadana en la construcción del Plan de Desarrollo, sea municipal, departamental o nacional, por esta razón se llevó a cabo en el Huila el pasado sábado este ejercicio participativo por parte del gobierno liderado por el presidente Gustavo Petro.
En la práctica representa un valioso ejercicio de desarrollo local endógeno, donde las comunidades a lo largo y ancho del país en conjunto con las autoridades locales y nacionales plantean acuerdos sobre las principales problemáticas de su región y la manera en que desean sean resueltas por parte del gobierno nacional en un plazo determinado. Para el caso particular de este gobierno, existe un criterio clave en este proceso que lo diferencia de los anteriores ejercicios de construcción y es que los diálogos regionales son “vinculantes”, es decir, que los que se logre consensuar en éstos, debe quedar plasmado “si o si” en el Plan de Desarrollo, de allí su verdadera importancia y el brillante aporte de Petro al desarrollo local.
Para ubicarnos dentro del contexto general del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’, inicialmente debemos tener claro su objetivo general: ser la hoja de ruta para el cambio social, de crecimiento económico e impulso para el desarrollo del país; y esto lo pretende concretar bajo tres componentes o tres grandes pactos. Un primer pacto por la legalidad que busca garantizar la convivencia y asegurar el acceso a una justicia eficaz, eficiente y efectiva para que todos vivamos con libertad y en democracia; un segundo pacto por el emprendimiento orientado hacia una economía dinámica, incluyente y sostenible que potencie todos nuestros talentos; y en tercer lugar un pacto por la equidad, este pacto esta enfocado hacia una política social moderna centrada en la familia, eficiente, de calidad y conectada a mercados, que busca garantizar igualdad de oportunidades para todos los colombianos.
Los pactos a su vez se basan en la conexión efectiva con los territorios de nuestro país, de allí nace la importancia de los pactos regionales como rutas de implementación para habilitar las apuestas de legalidad y emprendimiento en busca de la equidad. Para esto el país se ha visionado de la siguente forma: Pacífico: diversidad para la equidad, la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible; Caribe: por una transformación para la igualdad de oportunidades y la equidad; Kriuol & Seaflower Region: promover el cuidado del ambiente teniendo en cuenta la protección a los ecosistemas, el impulso de negocios verdes y el uso de fuentes de energía alternativas; Región Central: centro de innovación y nodo logístico de integración productiva nacional e internacional; Gran Santander: eje logístico, competitivo y sostenible de Colombia; Amazonia: por un Desarrollo Ambientalmente Sostenible; Eje Cafetero y Antioquia: conectando para la competitividad y el desarrollo logístico sostenible; Orinoquia/Llanos: conectando y potenciado la despensa sostenible con el país y el mundo y Océanos: Colombia potencia bioceánica.
Como miembro activo del Consejo Territorial de Planeación de la ciudad de Neiva, fuí delegado para participar en el diálogo junto con dos consejeras y de esta manera transmitir la visión de ciudad que proponemos desde esta instancia participativa. Aproveché como ciudadano huilense y expresé también mi propia visión de desarrollo para el departamento. Presenté cuatro iniciativas, una para cada subregión del departamento acudiendo al criterio paretiano de afectación 80/20.
Para la región norte del departamento y en plena concordancia con la visión de la región central del pais que el gobierno nacional plantea, debemos apoyar e impulsar la construcción de un nodo logístico que integre cuatro componentes: la conexion vial dada por la Ruta 45 (sur – norte) y la conexión pacífico – orinoquía (oriente – occidente); la vía ferrea, la cual debe ser restituida; el potencial fluvial del Rio de la Magdalena y la posibilidad de construir un terminal aéreo de carga, para apoyar al aeropuerto El Dorado de Bogotá, dada la limitante que tiene por la altura sobre el nivel del mar, que no le permite utilizar el cien por ciento de la capacidad de carga a los aviones.
Para la región sur, propuese que el tema del café debe ser tratado con criterio de reivindicación para el Huila como el verdadero eje productor del país, entregándole la posibilidad real de participar en la Junta directiva de la Federación Nacional de Cafeteros y el acceso a cargos directivos como la Presidencia de la misma; no más recursos de caficultores huilenses a través de sus aportes al Fondo Nacional destinándose por orden de la Junta Directiva a regiones distintas al Huila; la educación se debe fortalecer aprovechando y trasformando a Yamboró en la universidad del café.
Para la región occidente del departamento, rica en biodiversidad, fuente de agua, allí en el macizo nace el 63% del agua del país, es decir verdadera potencia mundial de vida, necesitamos un Plan Estratégico Departamental de Mercados Verdes para consolidar una política local de “emprendimientos verdes”, necesitamos hacer de la biodiversidad una actividad económica rentable desde lo económico, lo social y ambientalmente sostenible.
Y lo que considero la joya de la corona, que conozco muy bien pues he venido desde el año 2004, participando activamente con el Ing. Jaime Vanegas en un propósito: trasformar la matriz de producción agropecuaria del Huila. Necesitamos para esto optimizar nuestro recurso “tierra” para ponerlo en función de la producción. El gran problema del mundo es la seguridad alimentaria y el Huila tiene la posibilidad de entrar a ofertar alimentos al mundo los 365 días del año si construimos el distrito de riego Hobo – Campoalegre – Neiva el cual tiene cuatro grandes bondades. Primera integrar de manera permanente y eficiente por riego por gravedad treinta mil hectáreas al sector agropecuario y piscícola; darle la posibilidad de riego por gravedad al actual distrito del Juncal, el cual destina cinco mil millones año al pago de energía eléctrica; garantizarle a Neiva el suministro de agua a su sistema de acueducto y la posibilidad de ampliar el distrito hasta la zona norte del departamento, la zona desértica.
Considero que estas cuatro iniciativas de gran envergadura son los motores que el huila necesita para mover su economía y entrar definitivamente en la senda del desarrollo alejándonos de ese círculo de pobreza en el que hemos estado sumidos desde siempre.
Quedamos en manos del gobierno nacional, de nuestra dirigencia regional, de la sociedad civil y de cada uno de los huilenses que quieran hacer acompañamiento de todas las iniciativas plasmadas el pasado sábado para que una vez se redacten y se lleven al congreso, allí no sean modificadas y se nos garantice su “vinculación” y “ejecución” por parte del gobierno. Necesitamos un “acuerdo para vivir mejor”
cyepes@hotmail.com