De acuerdo con el cronograma establecido por el Congreso de la República, hoy se inicia la conciliación de la reforma tributaria, que busca obtener 20 billones de pesos anuales, considerado el mayor adefesio que ha tenido el gobierno nacional para esquilmarle progresivamente de los bolsillos de los colombianos los exiguos ingresos que obtiene de sus actividades económicas. Hay que reconocerle el gobierno nacional que logró aceitar la maquinaria del legislativo para que obtuviera la semana anterior un indiscutible logro político y legislativo con la aprobación de la reforma tributaria. El proyecto de ley, con una ambiciosa meta de recaudo de 20 billones de pesos al año, configura la apuesta del presidente Petro tanto por financiar las altas expectativas sociales de su llegada al poder como por estabilizar en algún grado las golpeadas finanzas públicas heredadas.
No es el primer, ni único hecho económico del nuevo gobierno, también está la dramática devaluación sobre la que tiene buena parte de responsabilidad. Igualmente, el ejecutivo ha corrido con suerte para fortalecer sus ingresos fiscales durante la presente vigencia, lo cual demuestra que no era necesario acudir a este esperpento de modificar la estructura tributaria del país. El gobierno anterior le dejó abonado el terreno para obtener buenos dividendos que le trasladará Ecopetrol: una empresa de $93 billones de ingresos anuales y dividendos al Estado entre $20 y $30 billones; a los que se puede sumar el buen ritmo de recaudación que este año que batirá el récord de unos $200 billones. Lo que no es distinto a decir que plata hay para ejecutar y hacer andar los pilares que le ha propuesto al país. Lo que, si ha despertado sonoras alertas desde los gremios de la producción y empresarios, así como desde respetados centros de estudios económicos, emprendedores tecnológicos y voceros de aquellos sectores ciudadanos que han aportado importantes aportes sobre los impactos negativos que va a tener sobre el crecimiento económico y sobre todo sobre el bienestar general de las familias colombianas.
Desde estas líneas se han planteado algunas alternativas para fortalecer los ingresos tributarios del país. La sociedad colombiana está hastiada de utilizar las reformas tributarias como única fuente para recaudar nuevos ingresos fiscales. Los datos proferidos en el informe anual conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), CE y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre las perspectivas económicas para Latinoamérica, que se presenta coincidiendo con la COP 27 y centrado en esta ocasión en la transición verde. En él, se condensa que la pobreza en Colombia aumentó a un 39,8 % en 2020, por encima del promedio de América Latina y el Caribe (26,3 %), debido al impacto de la pandemia de covid-19.
