En aras de buscar la ‘verdad’ el gobierno del Huila firmó el primer Decreto departamental del país en donde se crea una Mesa Técnica de Promoción y Articulación de Trabajo de Obras y Actividades con Contenido Reparador y Restaurador en esta zona del país. Se pretende trabajar de manera articulada con las víctimas, instituciones y comparecientes, para que se pueda ayudar a concertar de la mejor manera las sanciones que emita la JEP contra estas personas.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Johan Eduardo Rojas López
Luego de un trabajo articulado, se logró consolidar el Decreto 355 de 2022, por el cual, se conforma la Mesa Técnica de Promoción y Articulación de Trabajo de Obras y Actividades con Contenido Reparador y Restaurador en departamento del Huila, en donde se implementarán estrategias, acciones y proyectos específicos que buscarán fortalecer el proceso de implementación del punto 5 del acuerdo de paz.
“Lo que se busca de manera muy concreta es abrir un espacio que permita a las comparecientes que en este caso son dos, las antiguas Farc-EP y exmilitares. La misma JEP ha dicho que muy pronto se van a desarrollar las primeras sanciones por estos dos casos. Lo que busca el departamento del Huila es que junto con la JEP una vez hecha las primeras acciones que emite, podamos tener un espacio donde Interlocutor las víctimas del territorio y los comparecientes que cometieron delitos en el marco del conflicto y puedan de acuerdo a las realidades del territorio desarrollar aquellas acciones que vayan en línea de reparar y poder orientar verdad a las víctimas en el territorio”, dijo Diego Tello, asesor de paz del Huila.
El Huila es pionero
Este es el primer ejercicio que se desarrolla de tal manera en todo el país y, de allí, también la importancia real de que las víctimas sean el centro de un trabajo articulado. En ese sentido, es importante tener claridad en que la JEP abre un ‘abanico’ de posibilidades para las víctimas, es decir, la mesa estará abierta para todo aquel que se considere víctima y pueda ser sujeto de verdad, justicia y reparación como lo indica el proceso de paz.
“La JEP abrió la posibilidad de que víctimas que están tanto en la Unidad de Víctimas, como quienes no lo están, puedan comparecer ante la JEP para que sus derechos puedan ser restablecidos de cierta manera”, agregó.
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‘La Verdad‘
La conformación por primera vez de la mesa técnica con contenido reparador y restaurador para víctimas del conflicto, significa según Diego Tello, la ‘verdad’ para conocer con mayor certeza lo que sucedió en medio de conflicto los familiares de las víctimas y las motivaciones que tuvieron los comparecientes para cometer estos delitos que dañaron el tejido social. Por tanto, la verdad se convierte en un tema central de todo este entramado del sistema de verdad, justicia y reparación.
Lo que procede ahora, es abrir la convocatoria para que las personas que quieran hacer parte de la mesa se inscriban. Esto de acuerdo al Decreto en donde van tener participación las víctimas, los representantes de los comparecientes, el Ministerio Público y organizaciones de Derechos Humanos.
Lo ideal es realizar la primera sesión para construir el plan de trabajo y empezar accionar de la mano con la JEP para que “podamos estar preparados en el momento que se emitan las a primeras acciones poder estar acorde a ellos y de acuerdo a las realidades de los planes de desarrollo municipal y departamental estas acciones puedan ir en sintonía también con lo que desde el territorio se está pensando pero, sobre todo, con lo que las víctimas reconozcan como acciones de verdad, justicia y reparación”.
Importancia de Decreto
Los Trabajos, Obras y Actividades con contenido restaurador-reparador (TOAR) son fundamentales en la justicia transicional con enfoque restaurativo que aplica la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Precisamente, este es el mecanismo para que los comparecientes materialicen su voluntad de reconstruir el daño ocasionado a las víctimas y la sociedad.
Edna Pinto Serrato, coordinadora de la Mesa Departamental de Víctimas del conflicto armado, dijo que esta articulación es muy importante y pertinente para la conformación de esta mesa técnica y, desde luego, su difusión en el departamento del Huila. Además, de la necesidad de trabajar en el TOAR.
“La idea es visibilizar las necesidades que tenemos todas las víctimas en el departamento del Huila. En la Mesa Departamental de víctimas del conflicto armado en el Huila tenemos varios representantes, mientras que, en Mesa Técnica de Promoción y Articulación de Trabajo de Obras y Actividades con Contenido Reparador y Restaurador están los representantes de las víctimas, sin embargo, hay varios sectores y esto significa el primer paso como víctimas directas para dejar nuestras propuestas de reparación”, concluyó.
La creación de la mesa técnica para el ejercicio del TOAR deberá garantizar la participación efectiva de las víctimas, atender las afectaciones causadas y contribuir a la reconstrucción de los lazos sociales o a una transformación de la sociedad que permita la superación del conflicto, y deben ser aptos para alcanzar la reintegración del compareciente a la sociedad.
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Rastros de la violencia en el Huila
De acuerdo con el estudio realizado por la Comisión de la Verdad en el departamento, se registraron más de 50 tipos de violencia cometidos contra la población entre los años 1958 y 2016.
Es de anotar que este fue un trabajo recogido por más de 3 años que deja como resultado unos hallazgos y unas recomendaciones que se deben seguir con el fin de que no se repitan los hechos que marcaron al Huila como uno de los departamentos con más violencia en el marco del conflicto armado.
De acuerdo con el sociólogo Andrés Restrepo Correa, quien fue el coordinador de la Comisión de la Verdad en este departamento la escucha activa de la población permitió conocer una parte del conflicto que se desconocía.
Dentro de esos tipos de violencias encontradas están la “desaparición forzada, un caso; secuestro, otro caso; tomas guerrilleras, asaltos, reclutamiento forzado, violencia de género”, resaltó el coordinador.
“Cuando estábamos estudiando los orígenes del conflicto, nos encontramos con que el norte de Huila, el sur de Tolima y el norte de Cauca fueron las zonas epicentro del conflicto, y que las violencias ocurridas en los años 40, 50 y 60 fueron tan graves, que nunca se tramitaron y que, por supuesto, nunca hubo justicia y nunca se esclarecieron. La historia de la violencia en Huila inicia allí, en relatos de esas víctimas que recuerdan cuando llegaba la policía chulavita, entraba a una casa y encontraban esas familias numerosas de antaño, de 10, 11, 12 hijos, y los asesinaban a todos. Todos esos hechos ocurrieron aquí en Huila”, dijo en su momento Restrepo.
Dentro de los casos de violencia más conocidos en el departamento, estudiados por la Comisión están los ocurridos entre los años 80 y 90 la muerte de los concejales de la Unión Patriótica de varios municipios que fue asesinados en Huila. Después las Farc empezaron una campaña para asesinar concejales en Rivera, en Campoalegre, Palestina, Hobo, Gigante, La Plata, Tarqui y Baraya de las cuales algunas se consumaron.
A todos estos relatos asistieron cerca de 400 personas que narraron los hechos violentos registrados y para el 2021, el Huila ha recepcionado más de 200.000 víctimas del conflicto armado del sur del país, pero los municipios con el más alto porcentajes de esta población son: Neiva, Pitalito, Garzón, La Plata, Gigante y Campoalegre.