Investigadores del portal especializado en ciencias de la salud ‘Med Alert Help’, junto al New York-Presbyterian Orch Spine Hospital, desarrolló un prototipo de cómo lucirían las personas en el año 3 mil, que proyecta cómo afectaría a la evolución humana la presencia de las tecnologías en cada tarea de la vida cotidiana.
‘Mindy’, como es llamado este nuevo prototipo, está apoyado, según los científicos, en otros proyectos realizados sobre cómo se puede modificar el cuerpo del ser humano durante el paso de los siglos. Es así como se representa a una persona con la espalda encorvada, el cuello ancho, las manos en garra e, incluso, con un segundo párpado. De acuerdo con los expertos, las partes del cuerpo que se verían afectadas son aquellas que más presión reciben al momento de utilizar las tecnologías. La espalda encorvada y el cuello ancho serían consecuencias de las posiciones que adaptamos en la actualidad con el uso de los teléfonos inteligentes y ordenadores.
Las manos en garra, por su parte, serían el resultado de la adaptación a la forma en que tomamos un teléfono celular. El segundo párpado, se desarrollaría con el fin de tener una mayor adaptabilidad a las pantallas, ya que en la actualidad causan fatiga visual e incluso ceguera. En ese sentido, el cráneo también tendría cambios bastante notorios, pues este aumentaría de tamaño en cuanto a grosor, para evitar los altos niveles de radiación a los que el humano se ve expuesto con las tecnologías. Aunque, de forma paradójica, el cerebro se encogería, pues la tecnología cambiaría su tamaño, al facilitar muchas tareas, reduciendo su uso.
Finalmente, ‘Mindy’ solo es uno de los varios modelos que existen relacionados a la evolución, por lo que no existe una claridad absoluta sobre si esta hipótesis es la más acertada al momento de pensar en cómo el ser humano luciría miles de años en el futuro.
