DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Tanto el Senado como la Cámara de Representantes votaron positivo, en su gran mayoría, la reforma tributaria quedando aprobada. Ahora hará tránsito para hacer sancionada por el presidente Gustavo Petro y que se convierta en Ley.
Luego de tres meses y una semana desde que el articulado fue radicado en el Congreso, finalmente el legislativo ya le dio el visto bueno. El miércoles fue el turno para la Cámara de Representantes y ayer, votó el Senado de la República la conciliación que era necesaria para que finalmente llegara a manos del presidente Gustavo Petro.
Esta se convierte en la primera reforma aprobada para el gobierno Nacional en sus primeros 100 días de mandato la cual está a solo una firma por parte del jefe Estado para convertirse en Ley de la República.
La tarde del jueves, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, celebró que finalmente la Cámara aprobó con 122 votos a favor y 27 en contra, el documento final.
De este modo, desde el primero de enero Colombia tendrá un nuevo paquete de impuestos, que, según el Gobierno, se trata de un articulado que buscará entre $19 y $20 billones extra para las cuentas de la Nación, recursos que llegarán desde los que más ganan con el impuesto al patrimonio, y especialmente por el lado de empresas, reforzando la tributación de las empresas de los hidrocarburos.
Modificaciones
Entre el grupo de las modificaciones que aplicarán en 2023, uno de los que más pesa está en las petroleras. Los impuestos a los hidrocarburos serán la principal fuente de estos recursos, ya que aportarán la mitad de la tributaria. Se mantuvo la no deducibilidad de las regalías del impuesto de renta, pero con modificaciones en la valoración de las regalías pagadas en especie por parte de las empresas.
El documento también define la fórmula que se aplicará para las sobretasas de renta que se ajustaron únicamente para la extracción de petróleo y gas lo que dependerá de los precios internacionales. Estas sobretasas serán de 5% o 10% para la extracción de carbón y de 5%, 10% o 15% para el petróleo.
Los límenes, tanto para el carbón como para el petróleo, se definirán de acuerdo con la distribución de los precios internacionales en términos reales, ajustados a la inflación de Estados Unidos.
Dentro de los principales aspectos que se discutieron en las últimas reuniones entre los congresistas ponentes y el Ministerio de Hacienda fue que ya no se contabilizará como base gravable el precio promedio de los últimos 20 años, sino que será el de los últimos 1o años.
