POR: Jorge Eliseo Cabrera Caicedo
El plan nacional de desarrollo en borrador apunta a la autosuficiencia energética, cuya versión final se conocerá el 7 de febrero del año entrante para ser presentado al Congreso de la República, para su aprobación. Se reconoce que el sector minero representa el 7% del PIB y que “se garantizará la estabilidad y el respaldo del sistema eléctrico”.
Las compañías petroleras, ante la incertidumbre de la firma de nuevos contratos de exploración y producción, la reforma tributaria, los impactos del Acuerdo de Escazú y los problemas de orden público en las regiones, están reconsiderando sus planes de inversión en Colombia, “salvo que haya una claridad en la política energética y cómo el gobierno piensa adelantar la transición energética”, lo manifestó el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas Francisco José Lloreda, quien además dijo que confiaba “en que en las discusiones que se están dando, prime la sensatez y el interés general de todos los colombianos”.
El ministro de Hacienda José Antonio Ocampo ha sido enfático en no cerrar las puertas a nuevos contratos de explotación y exploración, al contrario de los repetidos anuncios de la ministra de Minas. Entonces, ¿quién ganará el pulso?
De otro lado, el presidente Gustavo Petro se pronunció en contra de los frigoríficos de carne de res y responsabilizó al INVIMA como el responsable de haber acabado con los mataderos municipales y del alto costo de la carne. Desconoció el gran beneficio para la población, lo que ha significado el consumir carne sana, libre de agentes patógenos que pongan el peligro la vida de los consumidores.
Ignora el Presidente que un buen número de mataderos municipales fueron cerrados en virtud de la protección y vida de las personas, los animales, las plantas, y la preservación del medio ambiente, en virtud de la expedición del decreto 1.500 de 2007, “Reglamento técnico a través del cual se crea el sistema oficial de inspección, vigilancia y control de la carne, productos cárnicos comestibles y derivados cárnicos, destinados para el consumo humano y los requisitos sanitarios y de inocuidad que se deben cumplir…”.
Se anticipó así el Gobierno Nacional de la época al borrador del Plan de Desarrollo de este gobierno denominado: “Colombia potencia mundial de la vida”.
Tratar de reabrir mataderos municipales que no cumplían las mas mínimas condiciones para proteger la salud y vida de las personas y la preservación del medio ambiente, es un verdadero despropósito. Las plantas de beneficio y los mataderos municipales existentes no compran ni venden animales, no se dedican a la comercialización, simplemente los sacrifican