DIARIO DEL HUILA, SALUD
El cigarrillo electrónico empezó a comercializarse como una alternativa para reducir el consumo de tabaco y, a su vez, disminuir los efectos nocivos de este para la salud. Sin embargo, está comprobado que por su alto contenido en cadmio y cromo hay riesgos de enfermedad pulmonar y cardiovascular, daño alveolar agudo y distintos tipos de neumonía.
Los cigarrillos electrónicos y los vapeadores se han puesto de moda entre la población joven. De acuerdo con el III Estudio Epidemiológico Andino, una cifra estimada de 16,6 por ciento de consumo entre estudiantes universitarios; en la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes, la cifra fue del 15,4 por ciento, y en la Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas del 2019, de 6,7 por ciento para personas entre 12 y 17 años.
Su salida al mercado fue para contrarrestar los daños a la salud humana que estaba provocando el consumo desmedido de tabaco, sin embargo, hoy por hoy el consumo masivo de estos dispositivos, también está presentando serias afectaciones en la salud humana.
Esto significó el punto de partida para el desarrollo de múltiples dispositivos de vaporización e inhalación, como vapeadores y narguiles, que han llegado a topes en ventas gracias a su promesa de reducir la concentración de químicos como la nicotina, conocida por sus propiedades adictivas.
Esa popularidad empezó a levantar alarmas debido a las consecuencias adversas que traen estos productos. “Se ha comprobado con modelos in vitro y con animales que los componentes del cigarrillo electrónico causan daño y muerte celular, así como afectación de las defensas contra virus y bacterias”, explicó Jorge Ortega, médico neumólogo.
Cuando los componentes de estos dispositivos son metales como el cadmio y el cromo, hay riesgos de enfermedad pulmonar y cardiovascular, daño alveolar agudo y distintos tipos de neumonía. También se han analizado casos de pacientes con enfermedad pulmonar aguda. “En julio de 2019 se reportaron ocho casos. En septiembre, este número ascendió a 908. De ellos, 495 fueron confirmados y 413 sospechosos”, dice Ortega.
¿Cómo funcionan?
Estos dispositivos tienen presentaciones y nombres muy variados y liberan un aerosol que contiene cuatro elementos principales: propilenglicol, glicerol (glicerina), nicotina y agentes saborizantes.
Los dispositivos incluyen una batería para su activación, una fuente de calor que calienta un líquido llamado e-liquid o e-juice para convertirlo en un aerosol, también llamado erróneamente ‘vapor’. Un cartucho o depósito contiene el líquido y una boquilla o abertura se usa para inhalar el aerosol.
Los cigarrillos electrónicos (denominados también vapeadores, plumas de vapor o pipas de agua electrónicas) se diferencian en diseño, voltaje de la batería, circuitos y posibilidades de adaptarlos para el consumo de diversas sustancias (muchas de ellas tóxicas).
Así mismo, la mayoría de los CEV contienen nicotina, un alcaloide que produce una seria dependencia y que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales. Es importante mencionar que la nicotina no está relacionada con el cáncer. El humo de la combustión del tabaco, que contiene mucho alquitrán, es el que puede producir cáncer.
Los CEV, en cambio, contienen sustancias químicas que son empleadas en los líquidos que pueden ser perjudiciales para la salud, sumado al hecho de que muchos usuarios agregan otras sustancias como marihuana.
Sobre esto, Juan Pablo Uribe, exministro de Salud de Colombia, manifestó su preocupación en varias oportunidades diciendo que “al menos dos de cada diez jóvenes que conocen los cigarrillos electrónicos, consumen este producto. Muchos piensan erróneamente que son inofensivos y están cediendo a la presión social. Desde el Minsalud queremos prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos o vapeadores y demorar la edad en la que empiezan a usar estos dispositivos”.
Complicaciones para la salud
La inhalación de propilenglicol a altas temperaturas produce irritación de ojos, garganta y afectación de las vías respiratorias. Por otra parte, la absorción de glicerina puede causar neumonía lipoide y otras formas de presentación de enfermedad pulmonar intersticial. Asimismo, contienen partículas muy pequeñas que aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y asma.
Pese a la regulación que existe, se ha encontrado que, hay cientos de jóvenes que los consumen en etapas muy temprana generando más riesgos para la salud. A partir de septiembre 2019, ha habido más que 800 casos de lesión pulmonar y 12 muertes en los Estados Unidos. Todos los pacientes afectados reportaron el uso de vaporizadores, pero no hay una conexión confirmada entre la lesión pulmonar y un aparato o líquido específico.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (U.S. Centers for Disease Control, CDC) indican que la mayoría de los pacientes con las lesiones pulmonares usaban los productos que contienen THC, pero muchos usaban los productos que contienen nicotina también. Algunos pacientes indican que solamente usaban los cigarrillos electrónicos con nicotina.