DIARIO DEL HUILA, EL BOTALÓN
Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa, contertulio
Como en todas las actividades, la pandemia ha impactado negativamente al periodismo, pero, especialmente, al regional por las tradicionales limitaciones económicas, su dependencia de la pauta pública y la débil estructura de los programas periodísticos en escenarios como el del Huila con escasa participación del sector privado. Para abordar este interesante tema, la Tertulia El Botalón invitó a dos importantes periodistas del ámbito regional, Marco Fidel Yucumá Guarac y Jorge Parga Vanegas quienes, gracias a su experiencia, madurez profesional y nivel intelectual, expusieron diferentes aspectos relacionados con su visión frente al fenómeno que viene acaeciendo a raíz del Covid 19 y su efecto en el ejercicio periodístico en nuestro Huila.
Con el análisis de los dos decanos del periodismo huilense, se abordaron diferentes temáticas que atañen a quienes ejercen esta profesión y cómo han sorteado las dificultades generadas por la pandemia.
La problemática
La crisis económica que ha golpeado tan crudamente a las empresas privadas, principales anunciantes de los medios de comunicación, ha puesto en graves dificultades a tanto en el mundo como en el país y en las regiones. Para Jorge Parga, la problemática actual tiene distintas causales, una de ellas es la saturación del mercado laboral de comunicadores por la existencia de varios programas académicos en los que se forman periodistas que no son absorbidos por el mercado local y terminan ejerciendo la profesión de manera independiente creando medios digitales, pues no encuentran en los medios tradicionales opciones laborales. Otros, terminan ejerciendo actividades diferentes como el magisterio o inician otras carreras profesionales para asegurar su futuro. Esto, agregó el invitado Parga Vanegas, a pesar de los esfuerzos que han hecho los propietarios de los medios para mantenerlos reinventándose como sucedió con el Diario del Huila, el periódico más tradicional de este departamento, el cual migró de diario impreso a medio digital entre semana e impreso los fines de semana, un cambio bastante substancial, pero que le ha permitido mantenerse vigente con no pocas dificultades. La Nación también ha podido mantener su doble formato digital e impreso, aunque sus esfuerzos y sacrificios no son menores.
Hoy el gran reto de los periodistas está en adaptarse en un marco de excesiva avalancha de programas periodísticos que, en lugar de informar desinforman y provocan baja calidad informativa y confusión.
Para la UNESCO, el periodismo enfrenta hoy tres graves amenazas: la económica, por el descenso de las ventas publicitarias, principal ingreso de los medios de comunicación y periodistas; la libertad de prensa por sectores políticos o económicos poderosos, quienes intentan manipular la información; y, como resultado, el futuro de los medios digitales que han surgido durante los últimos meses con cuestionable calidad informativa.
Para el otro invitado, el connotado periodista, escritor y académico Marco Fidel Yucumá, su preocupación por la situación del periodismo regional en todo el mundo radica en la capacidad de los comunicadores para asimilar información y compartirla, sin confrontarla con las fuentes de información, dada las dificultades de verificación por el encierro y las diferentes restricciones para enfrentar la pandemia.
Por el encierro, Aproximadamente el 80% de los medios de comunicación en el mundo tuvieron que acudir a las plataformas digitales para seguir funcionando, cediendo terreno a las redes sociales, y enfrentando los llamados “desafíos de la postmodernidad”. Citó el invitado al antropólogo y escritor argentino, Néstor García Canclini quien en su libro “Culturas híbridas – Estrategias para entrar y salir de la modernidad”, denomina a las culturas híbridas como el proceso de integración incentivado por los encuentros, la interacción y la reconstrucción de diferentes culturas locales, es decir, es una mezcla de elementos de distintas sociedades, que se fortalecen gracias a la interacción a través de la internet, lo cual permite la interculturalidad virtual, que va conduciendo en solitario a los seres humanos a un supuesto relacionamiento que se convierte finalmente en un verdadero aislamiento o soledad verdadera. La Pandemia, complementó Yucumá, ha impedido el desarrollo exhaustivo de la actividad periodística, que obliga a los profesionales de la información a certificar lo que entregan a la opinión pública, en una abierta deshumanización de la información con un claro mensaje negativo para quienes se están formando como futuros profesionales del periodismo.
La información, al abrirse tanto, termina siendo mal manejada, inadecuadamente conducida y su función como tal termina confundiendo a la opinión pública, pues la verdad, que es la piedra angular del periodismo, finalmente es desfigurada, perdiendo su verdadera esencia y valor.
El futuro del periodismo
En cuanto a lo referente al futuro del periodismo, Jorge Parga Vanegas plantea que existen unos importantes retos para asumir ante el formato de un periodismo moderno, el cual debe adaptarse a las nuevas tecnologías (TIC´s), convirtiendo a los nuevos periodistas, en avezados cibernautas, capaces de escudriñar a través de los medios digitales para encontrar información relevante y ser llevada a la población que consume dicha información.
La tecnología de punta ha cambiado radicalmente la manera de informar. Se pasó de una comunicación de una sola vía a otra de doble vía, es decir que la interacción emisor – receptor que era débil o escasa, pasó a ser abierta, porque los canales digitales permiten que se genere de esta manera, siendo posible la participación de la opinión pública en los procesos informativos y noticiosos, democratizándose en cierta manera dicha entrega de información.
Finalmente, abordando el tema de la ética periodística, es imperativo invitar a la academia a fortalecer la orientación que se imparte en este aspecto, puesto que ésta se ha venido debilitando con el paso de los años, no solamente ahora, pero si ha venido atenuándose de manera peligrosa; Las instituciones de educación superior que forman a los nuevos o futuros comunicadores, están obligadas a mejorar en este fundamental aspecto en el desarrollo de la profesión periodística. Uno de los invitados, como planteamiento final, preguntó si el periodismo es una profesión o un oficio. La tarjeta profesional de periodista no ha sustituido la fuerza interior del buen periodista pues se nace y las facultades no la ofrecen. Muy interesante conversatorio.
