Andrés Leonardo Achipiz Bolívar, alias ‘Pescadito’, fue denominado el sicario más joven de Colombia, tendría un prontuario bastante abultado. Es oriundo del municipio de Rivera, donde estuvo escondido los últimos días evadiendo a la justicia. ‘Pescadito’ y su familia salió desplazada del Huila por el conflicto armado y en la capital del país organizó sus tentáculos criminales. Con menos de 30 años, es el responsable de casi 40 asesinatos en el país. Exclusivo Diario del Huila.
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Del día y el mes exacto del nacimiento de Andrés Leonardo Achipiz Bolívar, alias ‘Pescadito’, no se tiene registro; lo que no es un secreto es su origen, pues este joven con menos de 30 años de edad, es oriundo del municipio de Rivera, pese a que su lugar de nacimiento fue Algeciras, desde muy niño su familia se radicó en el municipio Verde del Huila.
Allí se da luz a la intrincada situación que vivía la familia en su tierra natal y de donde salieron exiliados a causa del conflicto armado. Creció en el barrio Britalia, al suroccidente de Bogotá, el ambiente familiar estuvo enmarcado por el abuso por parte de su padre y que fue decisorio en el desarrollo de Andrés Leonardo.
Era el segundo de seis hijos y todos vivían en un pequeño cuarto rentado, en donde además de vivienda se convirtió en el lugar de preparación de alimentos para vender en la calle todos los días para el sustento del hogar.
José Achipiz su padre, era quien se encargaba de vender en una carretilla además de verduras, frutas y pescado, los alimentos que se preparaban en la vivienda; mientras que Marleny Bolívar su madre, se empleaba temporalmente en restaurantes de la zona como ayudante de cocina.
Las dinámicas del hogar estuvieron marcadas por la violencia, la necesidad y el abandono, incluso en la memoria de algunos vecinos reposa la imagen de aquel violento padre que tomó por el cuello con una soga a Adres Leonardo, y lo arrastró por casi media cuadra, como reprimenda por no haber conseguido lo del diario. En el barrio lo catalogaban como un animal salvaje y nunca nadie se enfrentó con él por miedo.
De niño a sicario
Hasta sexto de primaria cursó en un colegio publicó del suroccidente de Bogotá, pero ante tanta necesidad en su hogar abandonó la escuela, y comenzó a acompañar a su padre en la venta callejera, intentando tomar las riendas de su familia.
Empezó a robar desde los cinco años elementos menores como bolsos, billeteras y todo lo que quedaba a la vista desde la parte externa de los vehículos estacionados en las calles de la fría Bogotá, años después pasó de emplear armas blancas para utilizar armas de fuego, conoció un grupo de jóvenes en su misma condición quienes lo invitaron a robar apartamentos en el norte de Bogotá.
El apodo de ‘Pescadito’ lo llevó desde muy niño por vender pescado en la carretilla con su padre y años más tarde por ser resbaloso ante las autoridades.
El primero homicidio
A la edad de 11 años, ‘Pescadito’ cometió el primer crimen, cuando un hombre, también habitante del mismo barrio y mucho mayor que él, le robó su celular, Andrés horas más tarde lleno de ira y resentimiento decidió vengarse cruelmente del individuo, lo buscó en su casa y le propinó varias puñaladas de forma desenfrenada.
En el año 2009, ‘Pescadito’ fue reconocido por grupos criminales por la frialdad en la que cometía sus actos de violencia y comenzó a llamarse así mismo ‘Pescadito’; ahí es donde conoce a Néstor Aguirre, alias ‘Camilo’, enemigo del denominado ‘Tren de Aragua’, el zar del microtráfico de la localidad y a quienes sus vecinos le temían por su forma de proceder; rápidamente Andrés Leonardo se convirtió en la mano derecha y protegido de ‘Camilo’, y era quien se encargaba de los trabajos más difíciles sobre todo si se trataba de matar.
En el 2013 el país se impresionó con cierto horror al conocer la historia de Andrés Leonardo Achipiz Bolívar, ‘Pescadito’, un joven de 19 años; en esa época y que tenía la escalofriante cifra de 35 homicidios cometidos, convirtiéndose en el asesino serial más joven del país.
Para ese mismo año y mientras se movilizaba en una buseta por el sector de Metrovivienda, en la localidad de Bosa, ‘Pescadito’ fue interceptado por las autoridades, y para sorpresa de los uniformados al momento de su detención les contestó: “¿Por cuál de los 35 homicidios me están buscando?”. Además de dejar fríos a los policías con su comentario, la preocupación fue mayor porque tan solo tenían indicios y evidencias de 12 asesinatos.
El prontuario
Alias ‘Pescadito’ fue capturado por segunda vez en Bogotá luego del duro golpe que le dieron las autoridades a ‘Los Camilos’, con el que lograron detener a 22 de sus integrantes, dedicados a actividades de narcotráfico y homicidios selectivos en el suroccidente de Bogotá y Soacha, Cundinamarca.
Dentro de los procedimientos se incautaron más de 8 millones de pesos, 3 armas de fuego, cerca de 7.000 dosis de estupefacientes, 15 celulares, 1 vehículo y 2 motocicletas. Además, fueron interceptadas más de 100 líneas telefónicas y se activaron agentes encubiertos para conocer las entrañas de la organización e identificar los roles de los señalados integrantes.
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‘Pescadito’ es uno de los líderes de la banda delincuencial ‘Los Camilos’ por más de 10 años, incluso, se conoció que el sujeto, a sus 17 años, fue condenado, por primera vez, a ocho años de prisión.
“Esta persona, después de la captura de alias ‘Camilo’ se convirtió en el principal de la organización y coge el poder, “asume el rol de cabecilla”, dijo un agente de inteligencia.
Se dice que, a alias ‘Pescadito’ no le importaba matar a los propios integrantes de su banda, incluso, en una oportunidad, mandó a matar a uno de sus enemigos, y aunque el sicario falló, él ordenó ultimar a su propio trabajador.
No siendo suficiente, el joven almacenaba kilos de cocaína que llegaban desde Putumayo y eran distribuidos en diferentes puntos de Bogotá en una casa en Ciudad Bolívar y se adueñó de una escuela abandonada a la que llegaban varios adictos a consumir.
‘Los Camilos’
‘Los Camilos’ basaban su negocio criminal en tener el control de la venta de estupefacientes en las zonas de Bogotá y Tolima, ese mandato en el territorio lo lograron a través del miedo y los homicidios. Según los investigadores de la Fiscalía, si en dichas zonas se detectaba que alguien más estaba comercializando sustancias ilegales, esta persona sería asesinada por algún integrante de esta banda.
Los homicidios eran ordenados, aparentemente, por Aguirre, a quien sus subalternos le llevaban la información de otras bandas delincuenciales que estaban intentando vender en estas zonas. El cabecilla mandaba a sus trabajadores a realizar seguimientos a los otros delincuentes y luego los asesinaban.
Pero estos asesinatos no eran cometidos por cualquier integrante de la banda, puesto que dentro del grupo criminal había diferentes roles y hasta unos precios establecidos por la ‘calidad de la víctima’, esto quiere decir que un delincuente podía recibir entre $100.000 y hasta $5.000.000 de pesos, dependiendo a quién hubiera asesinado. Lo que los investigadores pudieron establecer es que el precio más alto era por los cabecillas de otras bandas criminales.
Escondido en su tierra natal
El delincuente, quien huyó de las autoridades hacia el municipio de Rivera, en el Huila, estuvo escondido 12 días y además convirtió en su amante a una menor de 15 años, quien era su hijastra y a la que también se llevó en su huida. Cuando regresó a Bogotá, la Fiscalía solicitó a un juez la orden de captura contra alias ‘Pescadito’.
Cuando sospechó que la Policía le seguía los pasos en su tierra natal, decidió retornar a la capital del país, y es allí durante el seguimiento que le hizo la Policía, que fue hallado en un semáforo en el sur de Bogotá, donde esperaba a un cómplice de quien iba a recibir un maletín con dinero, producto del narcotráfico.
Al lugar llegó una mujer que sería su amante, con quien se fue en una motocicleta con rumbo a San Andresito, centro de la capital, donde se reunieron con alias ‘Sebastián’, señalado jefe de finanzas de ‘Los Camilos’. De allí se fueron al parqueadero de un centro comercial en Kennedy, donde hubo intercambio con un maletín lleno de cocaína.
Finalmente, en esta segunda fase, la Fiscalía indicó que a esta banda delincuencial le lograron interceptar más de 100 líneas telefónicas y activaron agentes encubiertos para conocer las entrañas de la organización e identificar los roles de los señalados integrantes, entre otras técnicas investigativas que permitieron resolver 30 asesinatos ocurridos entre 2021 y 2022.
Parte de la familia de ‘Pescadito’, reside en el Huila, entre tanto este hombre de tez morena, delgado y mirada poco expresiva, con menos de 30 años, suma los casi 40 crímenes cometidos.
