La actual situación económica del país y lo golpeada que está la economía en los hogares colombianos, sería la razón de los resultados con los que cerró el 2022 en este sector.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
El balance de las unidades vendidas por mes en materia de vivienda evidencia el duro momento que está atravesando el sector. La caída más fuerte se marcó desde mayo del 2021 tal como lo indicó el análisis de la cartera y el mercado inmobiliario en Colombia.
De acuerdo con Fedesarrollo, este comportamiento es explicado por una valoración de los consumidores menos favorable sobre la situación del país y sobre la situación de los hogares.
De forma similar, el componente de intención de compra de vivienda se redujo en lo corrido del 2022 y alcanzó el balance más bajo registrado desde mayo de 2020, reflejando que esta ha caído más que la confianza del consumidor.
Los créditos para vivienda crecieron
Pese al panorama, las entidades bancarias reportaron que se presentó un crecimiento de 3,1% en número de operaciones y de 1,3% en el monto frente al mismo periodo de 2021, en medio de la desaceleración de este mercado, en los nueve primeros meses del 2022 los agremiados a la entidad hicieron 152.430 operaciones de financiación de vivienda (OFV) por $18,4 billones.
Ahora bien, para el caso de las ciudades principales como Bogotá, Medellín y Cali en el último año, revisando las unidades vendidas mes a mes, se evidenciaron unas contracciones reales anuales desde agosto de 2022, comportamiento que, según los expertos, no se observaba desde julio de 2020.
Por su parte, Cali, a diferencia de las otras dos ciudades, mostró una recuperación continua frente al ritmo de crecimiento de las unidades vendidas desde finales de 2021.
«En relación con la oferta, el PIB del sector de edificaciones (componente de construcción de edificaciones
residenciales y no residenciales) presentó un comportamiento relativamente estable en el último año; pese a lo anterior, esta medida registra un ritmo de crecimiento no observado desde 2006″, asegura e informe.
Incremento en el PIB
Hay que resaltar que, en septiembre de 2022, el PIB de este segmento registró una tasa de crecimiento real anual de 13,8%, en parte, consecuencia del efecto base dados los bajos niveles presentados durante la pandemia.
En lo que respecta al crecimiento de la oferta de vivienda nueva, las tres ciudades mostraron un rebote en el último año.
Pasaron de estar en crecimiento negativo durante noviembre de 2021, a un crecimiento de unidades disponibles de 3,3% en noviembre de 2022. Siendo Cali la ciudad que muestra mayor recuperación de la oferta disponible en relación con el comportamiento de sus ventas.
No aumentó la paralización de obras
Teniendo en cuenta las mismas tres ciudades bajo los cuales se evalúa el panorama, Bogotá y Cali presentan un aumento en la recuperación de las obras que habían quedado sin terminar, mientras que Medellín está estabilizado.
Bogotá y Cali también presentan un comportamiento positivo desde septiembre de 2021 dentro de la tendencia de unidades de vivienda aprobadas para la construcción, ya que se superaron los niveles observados antes de la pandemia, llegando así a valores máximos en los últimos siete años.
Por otro lado, en el comportamiento del mercado de la vivienda usada, se analizan dos indicadores construidos a partir de encuestas realizadas por La Galería Inmobiliaria a inmuebles con aviso de venta o arriendo en los
estratos cuatro, cinco y seis de las tres ciudades principales.
Bogotá es la ciudad con mayor proporción de inmuebles en oferta, donde los estratos superiores registran un mayor porcentaje, mientras que Medellín tiene la menor oferta.
Sin embargo, según los datos del informe, se analiza que una vivienda usada tarda más en venderse que en arrendarse en Bogotá.
En línea con esto, se ha venido presentando una tendencia creciente en el valor de los arriendos desde 2021, «Medellín es la ciudad que ha mostrado las aceleraciones más fuertes en su inflación de arriendos. En el caso de Cali, el indicador se mantiene en niveles cercanos al promedio histórico», destaca el análisis.
Se determina, entonces, una menor disposición de los consumidores a comprar vivienda y la caída en las unidades de vivienda vendidas, sugieren que la demanda por vivienda se ha debilitado. Esto, debido a que el PIB de edificaciones mostró un crecimiento en los precios de los materiales de construcción.
Sin embargo, en términos de oferta, las unidades disponibles para la venta se han recuperado lentamente en el último año, con relación a la disminución en el número de obras paralizadas.