Mediante un perfil falso de un supuesto oficial adscrito a la Novena Brigada del Ejército, un hombre está usurpando la identidad de otra persona para ofrecer falsas vacantes de empleo al interior del Cantón Militar, que finalmente terminan siendo una estafa, al exigir dinero para la realización de unos supuestos exámenes médicos y la compra de una carpeta. Diario del Huila, habló con una de las víctimas de este flagelo y entrega detalles de cómo funciona la operación.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Empleando redes sociales, personas inescrupulosas vienen realizando ofertas de empleo para laborar en unidades de la Novena Brigada en el departamento del Huila; ellos, de acuerdo con la unidad castrense, se valen de la necesidad de trabajo de cientos de huilenses, y crean una serie de perfiles falsos con los cuales suplantan la identidad de miembros del Ejército Nacional, para así recaudar dinero ilícito y con lo cual se configura el delito de estafa.
De acuerdo a las indagaciones u modus operandi, los delincuentes identifican los públicos y a sus potenciales víctimas, para luego de un pormenorizado estudio, establecer la vacante a ofrecer y el lugar, y así configurar el engaño; emplean fotos de personal militar, sedes castrenses y demás y a través de grupos masivos en redes sociales como Facebook, hacen la publicación ofreciendo ofertas para laborar, siendo los empleos de niñera, oficios varios, cajeros, cocineros y meseros, los más comunes de este hecho delictivo.
Mensajes como estos envían los estafadores a sus víctimas.
Los delincuentes, como modo delictivo, toman contacto vía WhattsApp con su víctima y además de realizar tentativos ofrecimientos económicos, exigen como requisitos, la hoja de vida, soportes y además los antecedentes judiciales, los que deben ir acompañados de un recibo de consignación a un número de cuenta referenciado por el supuesto empleador, el que asegura sería utilizado para chequeos médicos que son necesarios. El dinero pedido por el estafador, oscila entre los $80.000 y $100.000.
Falso mayor
Uno de los casos identificados por personal de inteligencia de la unidad castrense, se relaciona con la oferta que estaría haciendo un supuesto oficial; su accionar delictivo estaría dirigido a mujeres de ciertos municipios del Huila, para trabajar como niñera dentro del Cantón Militar en Neiva, con un sueldo de $950.000 quincenales más el respectivo auxilio de transporte que es brindado por un valor de $330.000 quincenales.
Para generar confianza a sus víctimas, el delincuente las cita para recepcionar la hoja de vida en la guardia de la unidad militar, una vez la persona llega a entregar los respectivos documentos y demás soportes, descubre que ha sido estafada.
Otro caso
Diario del Huila, hizo contacto con una de las víctimas, quien argumentó que, ante la necesidad del empleo, accedió a las pretensiones económicas sin desconfiar en ningún momento que sería estafada en su buena fe.
“El anuncio me lo envío un pantallazo una amiga, me indicó que era en Neiva y que la oferta estaba muy buena para que pudiera acceder a ella, entonces llamé al número referenciado y allí, me dieron las indicaciones, me dijeron que era lo que debía hacer y al final me pidieron el dinero para los exámenes médicos que se suponen corrían por mi cuenta, pero que al pasar todo lo requerido pues entonces me devolvían el dinero”, indicó la víctima de quien reservamos su identidad.
Así las cosas, la joven procede a pedir información de los requisitos en su totalidad, solicita además que le informen a donde debe llevar la hoja y en qué tiempo debe entregar la totalidad de los documentos requeridos para la oferta.
“La persona que supuestamente ofrecía el empleo decía que era un mayor del Ejército, que tenía sus dos niñas pequeñas y que el trabajo en cuestión sería solo al cuidado de ellas que yo debía estar. No pedía que cocinara, solo cuidar de las niñas mientras él estaba en ausencia junto a la madre de las niñas”, relató la víctima.
Y añadió “luego me pidió la consulta de los antecedentes judiciales, me dijo que debía todo ponerlo en una carpeta que debía comprar de acuerdo a unas especificaciones y que, para mayor seguridad de ambos, nos encontrábamos en la guardia del Batallón Tenerife, para allí, él, recibir la hoja de vida y de una vez realizar la respectiva entrevista”.
La mujer con todo esto quedó convencida que en realidad el empleo era verídico, posteriormente consignó la suma de 120 mil pesos, para que el supuesto oficial hiciera el pago de los exámenes e indicarle donde debía ir a realizarlos, pero una vez realizó la consignación vía Nequi, dicha persona jamás volvió a responder, bloqueó de llamadas y mensajes a la joven mujer que es oriunda del municipio de La Argentina y aquí ya tenía a otra víctima más.
La joven se rehusaba a creer que todo se tratara de una estafa, por lo que acudió a las instalaciones militares, donde le confirmaron lo que ella no quería creer y además le advirtieron de esta y otras modalidades para aprovecharse de la necesidad de las personas y así cometer los delitos.
¿Qué dicen las autoridades?
El coronel Edwin Becerra, comandante de la Novena Brigada del Ejército habló al respecto y les hizo un llamado a todos los ciudadanos para advertirles de este tipo de falsos empleos y que de ninguna manera la vinculación a estas ofertas con la unidad castrense son realidad.
“El Comando de la Novena Brigada reitera el llamado a la comunidad para que desconfíen de estas modalidades de ofertas de empleo, que no son propias de los hombres y mujeres del Ejército Nacional, y por el contrario denuncien para que las autoridades competentes puedan adelantar las labores de judicialización contra quienes con su accionar afectan el patrimonio económico y buen nombre de la institución”.
Otros casos
Precisamente hace menos de seis meses se presentó una situación similar, pero en esta oportunidad suplantaban al mismo comandante de la Novena Brigada.
El estafador se identifica como el coronel Edwin Becerra Díaz, comandante Novena Brigada, asegurando que los empleos ofertados son para laborar en la cafetería del Batallón Tenerife en las asignaciones de mesera o cajera, especificando sueldo de 980.000 y 1.050.000 pesos para cada uno de los empleos y hasta el horario de trabajo.
Hasta aquí todo parecería una buena oferta laboral, porque según las indagaciones estaba muy bien sustentada; además en la que como requisito se exigía la hoja de vida y los antecedentes penales de quien iba a “supuestamente” ocupar la vacante, pero todo cambia cuando a la víctima se le exige consignar dinero a través de cuentas bancarias o empresas de giros, dinero que los delincuentes dicen que es para la práctica de supuestos exámenes médicos.
Una vez los delincuentes se cercioran del recaudo del dinero, no vuelven a contestar el teléfono, configurándose así, el delito de estafa, de ahí el llamado, primero a no creer en ofertas de empleo en las que se exija dinero y segundo, a denunciar ante las autoridades competentes para que estas puedan actuar con celeridad y eficiencia.
En Colombia, son víctimas de estafa cientos de personas al día. Según el Código Penal, en el país se considera una estafa cuando alguien obtiene “provecho ilícito para sí o para un tercero, con perjuicio ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o engaños”.
