Desde hace algunos años el expresidente de Medimás Francisco Barbosa, Arenas Fonseca está siendo investigado por diferentes delitos, ahora, la Fiscalía General de la Nación lo acusa de celebración indebida de contrato en tratamientos contra enfermedades huérfanas y cáncer.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
Néstor Orlando Arenas Fonseca fue recientemente incluido en una investigación que adelanta la Fiscalía General de La Nación por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, falsedad ideológica en documento privado y peculado por apropiación.
De acuerdo con las pruebas que estaría en manos del ente acusador, Arenas Fonseca hizo parte de una serie de maniobras que terminaron en una desviación millonarias de recursos que debían ser invertidos para el tratamiento de pacientes con cáncer, patologías catastróficas del corazón y otros órganos, así como de enfermedades huérfanas. Los contratos en cuestión se firmaron en 2017 y su valor ascendió a más de $7.105 millones.
Así las cosas, se tendría pruebas fehacientes de que el entonces presidente de Medimás habría entregado a dedo dos contratos para garantizar el suministro de medicamentos e insumos para pacientes de la EPS. Los negocios los recibió una empresa que estaba a nombre de la contratista Mercedes Barrera Botía que, según las pruebas, no tenía ninguna capacidad para atender a personas con dichas patologías.
¿Empresa ficticia?
La encargada de llevar a cabo el tratamiento resultó siendo una empresa que no tenía capacidad financiera, ni experiencia técnica, ni las pólizas de garantía, sino que se había creado solo 15 días antes de que Arenas Fonseca le entregara los dos contratos de manera directa. De esta manera resultó claro para la Fiscalía, que Medimás le entregó dos contratos millonarios a una empresa que no sabía nada de atender a pacientes que padecían enfermedades catastróficas, huérfanas y de alto costo.
Tal como lo empresa la Fiscalía, la EPS habría entregado a la empresa de Barrera Botía $263.000 millones como anticipo y presuntamente utilizó cerca de $7.105 millones en pagos de arriendos y varias actividades distintas a las que contractualmente fueron pactadas, a través de dos compañías de las que formaba parte el señor Olaya Forero, también integrante del consorcio propietario de Medimás.
Lo que se conoce últimamente, es que ninguno de los imputados aceptó cargos dentro de los que están interés indebido en la celebración de contratos, falsedad ideológica en documento privado y peculado por apropiación. Ahora, los investigados deberán esperar el juicio en su contra y el resto de las pruebas que pueda recopilar el ente investigador para determinar si participaron del robo de $7.000 millones o si, por el contrario, logran probas su inocencia.