El Mandatario afirmó que en muchos casos los abusos contra menores han “alcanzado niveles de complicidad de la misma comunidad, que no ve otro camino que prostituir a sus propios niños para obtener comida”.
Eso se llama un etnocidio”, dijo el Presidente Gustavo Petro al referirse a los casos de violación sistemática de niños y niñas indígenas ocurridos en regiones de la selva amazónica, como el departamento del Guaviare.
De acuerdo con el Jefe de Estado, esta “no es una actividad clandestina hecha contra la misma familia, la misma comunidad, sino que se han alcanzado, de ahí la sistematicidad del problema, niveles de complicidad de la misma comunidad, que no ve otro camino que prostituir a sus propios niños para obtener comida”.
Consideró que no solamente se trata de un delito que el Código Penal establece para el abuso y la violación de niños y niñas, sino también de un etnocidio que está acabando con culturas como la de los Nukak Makú, el último pueblo andante de la selva amazónica.
“Colombia ha visto imposiciones sobre lo territorial, sobre lo local, destrucciones reales que no solamente pasan por las cosas físicas, sino que pasan por la destrucción de las culturas. Cuando muere una cultura, se habla de un etnocidio. El etnocidio no tiene que ver con muertes de personas. Tiene que ver con la muerte de las culturas”, explicó el Mandatario.
