A pesar del avance que se ha tenido con los reincorporados del Huila, la situación sigue generando preocupación dado el incumplimiento que algunos firmantes de paz han señalado. Al parecer, el mayor problema consiste en la centralización y politización que ponen en riesgo a esta población. En ese sentido, el panorama arrancando el 2023 es complejo, toda vez que, según uno de los voceros, las amenazas se han intensificado.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Johan Eduardo Rojas López
No son nuevas las peticiones realizadas a la intencionalidad por parte de los reincorporados, sin embargo, lo que resulta preocupante es que al parecer arrancaron el año con una intensificación de amenazas y un panorama poco positivo, toda vez que, la centralización los sigue poniendo en riesgo.
Edna Rocío Pinto Serrato, coordinador de la Mesa Departamental de Víctimas del Conflicto Armado del Huila y Defensora de Derechos Humano, aseguró que, en la región del Huila se ha evidenciado un gran avance en el área de reconciliación con las personas que están en el proceso de reincorporación, es decir, lo firmantes de paz que siguen en el proceso, sin embargo, es claro que tanto para las víctimas del conflicto armado como para quienes están en el proceso de reincorporación no ha habido las suficientes garantías de participación y, por eso, muchos de ellos hoy en día continúan reclamando sus derechos y le piden al Estado se escuchados.
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“Al panorama político, social y económico, es bien sabido de que hay un incumplimiento total de lo acordado en La Habana. Esto desde el mismo gobierno con quien ser firmo; de igual manera con el siguiente gobierno y ahorita se genera una expectativa con el nuevo gobierno nacional, pero ha existido otra situación que enrarece el ambiente, pues llevamos seis meses y lo que hubo fue un recorte presupuestal en torno a los instrumentos de la reincorporación”, detalló Pinto Serrato, quien agregó el 2022 todavía es recordado por los casos presentados.
Anudado a esto, tampoco hay una política integral de reincorporación pues solamente se mira al firmante más no al contorno familiar, lo cual, viene generando preocupación. Explicó que, “La expectativa de este año es alta, pero hemos notado que hay muchas cosas que se han ido envolatado y no se le ha dado el ritmo que el mismo presidente manifestó. Ellos siguen sin garantías y hay incertidumbre porque se habla mucho, pero se ve poco”
Por ahora, en el departamento se continúa haciendo incidencia en el tema de reincorporación a través de proyectos productivos.
En busca de una reingeniería
Para Víctor Hugo Soto Silva, vocero de los firmantes de paz del Huila, se siguen presentando las mismas problemáticas y la precaución que tiene a empeorar dado que han insistido en reiteradas ocasiones algunas soluciones e inclusive le han pedido al Gobierno Nacional que se haga una reingeniería debido a este panorama que no muestra avances desde hace varios años, incluso, se han desmejorado los esquemas de los firmantes de paz.
La reingeniería consiste en buscar interacciones nuevas en los procesos que se desarrollan en aras de encontrar mejoras puntuales y oportunas. “Siempre hemos tratado de decirle al Gobierno Nacional que busquemos solución para cada problemática, por eso, planteamos la reingeniería de la subdirección especializada porque estamos cansados del incumplimiento de los gobiernos y la politización de la misma subdirección”, mencionó.
Según el vocero, lamentablemente, las amenazas se han venido intensificando desde finales del año 2022 y principios del 2023. Esto paralelamente mientras se convocaron algunas acciones a nivel regional que resultaron ser muy pobres en torno a seguridad y, por tanto, se han venido presentando un llamado a las diferentes unidades encargadas de investigar toda está serie de situaciones.
Aún hay riesgo en aquellas zonas limítrofes con algunos departamentos donde hay presencia de violencia como es el Cauca, Tolima, Meta y Caquetá. Mientras que, en el departamento del Huila, municipios como Íquira, Algeciras, Pitalito, Palermo, Teruel y Aipe, continúan siendo sectores donde se reporta riesgo en la labor que cumplen dentro del proceso desde esta región.
Detalló además que, “aquí se han creado un sin número de instrumentos como el puesto de mando unificado por la vida, las cuales, son cuestiones simbólicas, pero también entendemos que a nivel regional tiene muy pocas herramientas, tanto gobernación como los municipios o entidades porque esto está muy centralizado y politizado. Si no se descentralizan los instrumentos para la protección de los firmantes de los acuerdos de paz, vamos a tener la misma problemática, por eso, el llamado al Gobierno Nacional”.
Finalmente, dejó claro que, lo que han percibido es que las instituciones regionales tienen ganas, pero son limitadas, un problema que se debería resolver desde el orden nacional, articulándose para que contemplen un plan. “Por eso, hablamos de la reingeniería, un cambio en torno a esas políticas porque ha habido muchas corrupciones dentro de las misma Unidad Nacional de Protección”, enfatizó.
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El Huila sigue en busca de la paz
Una Política Pública de Paz y DDHH, viene en construcción desde el mes de diciembre, bajo el trabajo de la Gobernación del Huila, la cual está en busca de una ruta que permita hacer frente a la paz y derechos humanos en el Huila. Esta política tendrá como base las poblaciones campesinas, indígenas, afro, víctimas y personas en reincorporación, líderes sociales, mujeres, sector LGBTIQ+ para poder materializar un documento que será llevado a la Asamblea Departamental.
“Vamos a poder estar en todo el departamento con cada uno de los actores ya mencionados en los talleres constructivos y materializar el documento que será presentado ante la duma departamental”, afirmó Diego Tello, asesor de Paz y DDHH en el Huila.
Está política tendrá una cobertura universal que integrará a cada uno de los sectores sin discriminación alguna.
