Teniendo en cuenta las cifras más recientes publicadas por el CEPAL, cerca del 45% de los latinoamericanos menores de 18 años viven en pobreza extrema lo que excede en 13 puntos porcentuales al promedio de la población total de la región.
DIARIO DEL HUILA, INTERNACIONAL
Honduras, México y Colombia son los tres países que lideran los rangos más altos de pobreza extrema en la población menor de edad, así lo reveló el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que presentó el “Panorama Social de América Latina y el Caribe”.
Pese a que de por sí el informe muestra una realidad cruda frente a como viven los niños, niñas y adolescentes del mundo, preocupa que es Colombia con el 50% de pobreza en menores de 18 años uno de los países que encabeza la lista.
Así mismo el informe, en América Latina, muestra que el total de las niñas, los niños y los adolescentes menores de 18 años que viven en condiciones de pobreza monetaria alcanza el 45,4%. En las cifras entregadas por la CEPAL, este porcentaje está 13,3 puntos porcentuales por encima del promedio correspondiente al total de la población.
También reveló que 81 millones de jóvenes de la región son pobres. El estudio toma datos de 18 países; Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Otras cifras
Dentro de los países que alcanzan un 40% están Argentina, Bolivia y El Salvador. Otro dato que sorprende es que Brasil, una de las potencias económicas del mundo, tiene un índice del 39% de pobreza en su juventud.
En el informe, Uruguay aparece como el país con menor porcentaje de habitantes en rango de pobreza con un 5%, pero a la vez, el porcentaje de menores de 18 años pobres duplica las cifras de la población total alcanzando un 10%.
El informe reveló que, en el 2021 en el promedio regional, la privación crítica de la maternidad y los servicios básicos en la vivienda afectan al 52% de los niños, niñas y adolescentes. Por su parte, el hacinamiento llega a un 55%.
Para la Comisión, los países de América Latina se están viendo afectados por un escenario de incertidumbre, que ha generado una elevada inflación; como también, a un creciente porcentaje de informalidad laboral y la precaria recuperación de los empleos luego de los despidos masivos, consecuencia de la pandemia.
Crisis en la educación
Como una problemática mucho más impactante está el de la crisis en la educación en América Latina, el (CEPAL) advirtió que la región no ha logrado revertir el impacto de la pandemia en la pobreza y la pobreza extrema, a la vez que enfrenta una «crisis silenciosa» en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones.
Salazar-Xirinachs señaló en la sede de la CEPAL, en la ciudad chilena de Santiago, que la crisis sanitaria empeoró las condiciones de vida de la población latinoamericana y desencadenó un retroceso de un cuarto de siglo para la región, con una profundización de la pobreza, la pobreza extrema y la desocupación.
El informe tiene cifras de que la carencia de internet afectó el 44% de los hogares que estaban en situación de pobreza dejándolos en una situación bastante crítica.
El organismo detalló que la incidencia de la pobreza aumenta entre población infantil, adolescente y mujeres, además de ser más alta en población indígena o afrodescendientes.
Por su parte, el desempleo estimado para este año refleja un retroceso de 22 años en Latinoamérica, afectando especialmente a las mujeres, cuya situación de desocupación subió de 9,5 por ciento en 2019 a 11,6 por ciento al cierre de 2022.
De acuerdo con la investigación, América Latina y el Caribe sufrieron el «apagón educativo» más extenso a nivel internacional, de 70 semanas en promedio, lo que exacerbó las desigualdades previas relacionadas con el acceso y la calidad de la educación en la región.
«Esto conlleva un efecto cicatriz de largo plazo, para el resto de la vida, que puede afectar negativamente la trayectoria educativa, futuras oportunidades laborales y de desarrollo de toda una generación», señaló Salazar-Xirinachs.
La CEPAL instó en ese sentido a invertir en educación para eliminar brechas de género y reducir la exclusión, así como adoptar políticas audaces y ambiciosas, con la idea de convertir esta profunda crisis en una oportunidad de transformación de los sistemas educativos latinoamericanos, con el fin de avanzar hacia el crecimiento y el desarrollo sostenible.