«Durante 10 años, el mundo ha mirado cómo Siria caía en una espiral de destrucción y derramamiento de sangre.
Los sirios han sido sometidos a violaciones de derechos humanos a escala masiva y sistemática. Las partes implicadas en el conflicto también han violado repetidamente la ley internacional humanitaria, hasta ahora con total impunidad».
Son declaraciones del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al cumplirse el décimo aniversario de la guerra en Siria.
Lo que comenzó el 15 de marzo de 2011 como una manifestación a favor de la democracia en la ciudad de Deraa, en el sur del país, inspirada por los levantamientos en países vecinos en el marco de la primavera árabe, se convirtió en una «pesadilla viviente», en palabras de Guterres.
Cuando el gobierno sirio utilizó la fuerza para aplastar a la disidencia en Deraa, estallaron protestas en todo el país exigiendo la renuncia del presidente Bashar al Asad.
Las potencias extranjeras comenzaron a tomar partido, enviando dinero, armamento y combatientes, y para aumentar el caos, organizaciones yihadistas extremistas con sus propios objetivos, como Estado Islámico (EI) y al Qaeda, se involucraron.
Diez años después no se atisba el fin de este conflicto, que ha sumido a la población siria en una situación límite.
Más de 387.000 personas murieron y la guerra obligó a huir a la mitad de la población existente en 2011 y condenó a la extrema pobreza a seis de cada diez sirios, según la ONU.
El conflicto también le ha robado sus años de juventud a toda una generación de sirios, que no pudo recibir una educación, conseguir un trabajo o formar una familia.
Aquí recogemos algunos datos y voces que dan una dimensión del impacto del conflicto:
- Más de 500.000 muertos y desaparecidos
Desde el inicio de la guerra en 2011 y hasta diciembre 2020 se calcula que murieron 387.118 personas, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), un grupo de monitoreo con sede en Reino Unido y con una red de fuentes sobre el terreno.
De ellos, 116.911 eran civiles.
Casi 12.000 niños fallecieron o resultaron heridos, según la agencia de la ONU para la infancia, Unicef.
- Más de 12 millones de personas tuvieron que dejar sus hogares
Más de la mitad de los 22 millones de habitantes de Siria antes de la guerra tuvo que huir.
De ellos, según cálculos de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, 6,7 millones son desplazados internos.
Otros 5,6 millones de sirios están registrados como refugiados en el extranjero. Países vecinos como Líbano, Jordania y Turquía, que albergan al 93% de ellos, enfrentan uno de los éxodos de refugiados más grandes de la historia reciente.
- El 90% de la población vive bajo el umbral de la pobreza
La ONU estima, además, que hay 2 millones de sirios viviendo en extrema pobreza.
- Un total de 13,4 millones de personas necesitan algún tipo de asistencia humanitaria
De ellas, 6 millones no pueden cubrir sus necesidades básicas, según la ONU.
La situación se agrava para los niños, ya que, según Unicef, casi un 90% de los menores necesitan asistencia humanitaria.
- Más de 12 millones de sirios sufren inseguridad alimentaria
Eso representa el 60% de la población siria, según la Cruz Roja.
Medio millón de sirios sufre malnutrición. En el caso de los niños, medio millón de niños menores de 5 años sufre retraso en el crecimiento como resultado de la desnutrición crónica, según los datos de Unicef.
- El precio de la canasta básica se ha incrementado un 236%
Es 29 veces más que el nivel de precios que había antes de la guerra, según la ONU.
- Un total de 2,45 millones de niños y adolescentes en Siria no van a la escuela
Otros 750.000 niños sirios que viven en países vecinos tampoco están escolarizados, según Unicef.
Del total, un 40% son niñas.
Un tercio de las escuelas no pueden usarse porque han resultado dañadas o destruidas.
- Solo 58% de los hospitales y 53% de los centros de salud primaria están en pleno funcionamiento
La ONG Physicians for Human Rights documentó 595 ataques contra 350 instalaciones médicas hasta marzo de 2020, lo que resultó en la muerte de 923 miembros del personal médico, pese a su estatus protegido.
- Más de 35.000 estructuras dañadas o destruidas solo en Alepo
Barrios enteros e infraestructura vital en todo el país quedaron en ruinas tras una década de enfrentamientos.
Solo en la ciudad de Alepo se destruyeron o dañaron más de 35.000 estructuras antes de que fuera recapturada por el gobierno a finales de 2016, según un análisis satelital de la ONU.
- Se registraron 38 ataques con armas químicas
Según un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, 32 de ellos se atribuyen al régimen.