Tres meses después de que apareciera con poca ropa y fumando durante una audiencia en la que se definía la medida de aseguramiento a un implicado en el atentado contra la Brigada 30 del Ejército en esa ciudad, le levantaron la suspensión provisional a la polémica jurista Heidy Vivian Polanía, quien se desempeña como jueza primera penal municipal con función de control de garantías en Cúcuta (Norte de Santander).
Esta decisión de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial se conoció el pasado martes donde consideraron que la sanción en contra de la jurista no cumplía con los requisitos que se establecen en el Código General Disciplinario. Según la ponencia del magistrado Alfonso Cajiao, el proceso en contra de la polémica juez no cumplía con los requerimientos legales.
“No se menciona cómo la disciplinable podría interferir en el trámite de la investigación o pueda continuar con la reiteración de la conducta objeto de investigación, ya que no se hizo alusión a pruebas antecedentes o elementos de juicio que así lo permitieran entender”, se señaló.
Es importante recordar que el incidente se dio en noviembre del año pasado, cuando Heidy Vivian Polanía activó accidentalmente la cámara de su computador cuando presidía la mencionada audiencia, allí se le vio con poca ropa y fumando por lo que la Comisión Seccional de Norte de Santander y Arauca emitió una suspensión provisional. No obstante, en el auto Comisión Nacional de Disciplina Judicial no se advirtió si esa aparición de la jueza en la mencionada diligencia era reprochable o no.
La imagen de la togada se volvió viral en su momento en las redes sociales, y el hecho trascendió al punto que la Comisión de Disciplina Judicial, en Norte de Santander, abrió una investigación en su contra para evidenciar si cometió faltas disciplinarias, lo que tuvo como consecuencia que el 22 de noviembre se determinara que la jueza fuera suspendida y según el fallo de 16 páginas, la decisión se tomó luego de determinar que la forma como se vio a la jueza no fue la adecuada para el ejercicio que se encontraba ejerciendo, pues no respeto a las partes intervinientes del proceso y no cumplió el código de vestimenta que debe ser usado por los jueces en estos proceso.
“Tal situación fáctica no se compadece con el esmero, respeto y circunspección con que una juez de la república debe administrar justicia, denotándose una clara falta de respeto de la funcionaria tanto por su propia investidura pública como respeto a las personas que intervinieron en la audiencia”, señaló la Comisión.
Finalmente, cuestionaron el hecho de que la funcionaria no hubiera prendido la cámara, como se les ha sugerido a los jueces que hacen procedimientos por medio de audiencias virtuales.