La iniciativa que empezó a discutirse en el Congreso de la República busca que se prohíba la venta de vapeadores a menores de edad. Los mayores consumidores están entre los 18 y los 22 años.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
En el sexto intento del Congreso por reglamentar estos dispositivos, hay quienes se oponen y quienes argumentan que su uso se puede regular. La discusión está centrada en la prohibición de la venta a los menores de edad, sin embargo, los mayores consumidores son los adultos jóvenes.
Lo primero que hay que resaltar es que surgen como alternativa al consumo de tabaco y muchos fumadores dejan el cigarrillo gracias a los dispositivos tecnológicos. Pero, al no estar regulado, cualquier persona puede consumirlo sin problemas, incluyendo los menores de edad.
Pese a esto, otro inconveniente que ha surgido es que están causando problemas porque la gran mayoría de usuarios son personas que no fuman o no lo hacían.
Los proyectos
La Representante Milena Jarava autora del proyecto, que ya tuvo primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de representantes a finales del año pasado, aseguró que esto es necesario para salvaguardar la salud de las personas y los más jóvenes, pues son los que se han visto más afectados al ser el público al que va dirigido este tipo de industria.
“Ya la Organización Mundial de la Salud ha dicho en muchas oportunidades, que los niños y adolescentes que vapean tienen el triple de posibilidades de fumar en el futuro y es lo que nosotros debemos controlar, hoy con la aprobación en primer debate de este proyecto, enviamos un mensaje muy positivo a la ciudadanía, y es que el Congreso legisla en favor de la salud de nuestros niño, niñas y adolescentes”, dijo la representante.
Y es que lo más preocupante hoy es que un joven de 13 o 14 años, incluso menos, puede ir a un establecimiento y comprar un vapeador o un cigarrillo electrónico sin ninguna restricción. O también puede adquirirlo por cualquiera de las tiendas virtuales como Mercado Libre, Linio, Shopee, entre otras.
Consumo desbordado
Un estudio realizado por el DANE indicó que en Colombia el 16.6% de la población encuestada ha utilizado este tipo de dispositivos en el año inmediatamente anterior siendo el 19.7% los hombres y el 13.9% mujeres.
En cuanto a las edades de quienes lo consumen, los jovenes de 18 años alcanza el 19,6%, entre 19 y 20 el 19.1%, entre los 21 y los 22 años el 17%, para el rango entre los 23 y los 24 años el 14,6% y de 25 años o más el 9,5%.
Esto lo que demuestra es que la población que más ha consumido los vapeadores son los adultos jóvenes entre los 18 y los 20 años.
Otra cifra que llama la atención es la edad del inicio del consumo de los cigarrillos electrónicos, para el caso de la población entre los 12 a los 17 años el porcentaje fue de 14,6%, de los 18 a los 24 años 18,6%, de los 24 a los 34 años 25,4%, de los 34 a 44 años el 31,4%, de los 45 a los 65 años el 43,7%.
Ahora bien, la edad predominante entre los anteriores rangos fue 15, 18, 26, 36 y 46 años respectivamente.
Ante esto, lo que pide el proyecto de regulación venta de estos elementos es que se prohíba la venta a menores de 18 años y del expendido y el consumo en entornos de instituciones educativas, así como una estricta regulación de su publicidad.
Recordando que esta regulación es distinta a la que se planteaba en la reforma tributaria que fue aprobada en el Congreso, pues esa se encargaba de aumentar los impuestos a las compañías productoras de tabaco y vapeadores.
Sobre la necesidad tener una regulación clara en cuanto al consumo de cigarrillos electrónicos en el país, la Asociación Colombiana de Vapeadores, Asovape, catalogó como “urgente” la necesidad de establecer en Colombia un marco regulatorio con el que se “impida efectivamente el acceso de menores de edad a este tipo de productos”.
Venta
Según cifras de Euromonitor, el mercado de productos de vapeo en Colombia viene dando grandes pasos, pues para el 2013 este solo movía US$1,5 millones, mientras que para el 2019 dio un exponencial crecimiento de más del 740%, llegó a US$12,6 millones y espera para este año se triplique el valor en ventas que tuvo en el 2018.
Los cigarrillos electrónicos o productos de vapeo vienen apostándole al mercado de fumadores desde hace 15 años en el mundo y aproximadamente cinco en Colombia.
Se prevé que el mercado mundial de cigarrillos electrónicos crezca a una CAGR del 16,90 % durante el período de pronóstico (2022-2027).
La oportunidad de crecimiento de las ventas de cigarrillos electrónicos a través de canales en línea hizo que los vendedores en línea mejoraran los procesos de compra, en términos de seguridad y confiabilidad, lo que, a su vez, impulsó la demanda de estos productos.
El mercado
El mercado global de cigarrillos electrónicos está segmentado por tipo de producto (modelo completamente desechable, cartomizador recargable pero desechable y vaporizador personalizado), por modo de batería (cigarrillo electrónico automático y cigarrillo electrónico manual), canal de distribución (venta minorista fuera de línea y venta minorista en línea), y por Geografía (América del Norte, Europa y Resto del Mundo).
Con la creciente popularidad de los dispositivos de vapeo, los proveedores de sabores y fragancias están introduciendo una amplia variedad de líquidos electrónicos para atraer a los consumidores. Diferentes sabores, como mentol, menta, chocolate, cola, chicle y fusiones de otras frutas y sustancias saborizantes están atrayendo a un gran número de consumidores a adoptar estos dispositivos de cigarrillos electrónicos.
Los cigarrillos electrónicos suelen incluir circuitos electrónicos y una fuente de alimentación que suministra energía al mecanismo de calentamiento. Producen vapor por calentamiento en lugar de la quema asociada con el consumo de cigarrillos regulares a base de tabaco. El líquido que no contiene nicotina del tabaco se usa más comúnmente para producir vapor. El mercado global de cigarrillos electrónicos está segmentado por tipo de producto, modo de batería, canal de distribución y geografía.
Por tipo de producto, el mercado estudiado se segmenta en modelo completamente desechable, cartomizador recargable pero desechable y vaporizador personalizado. Por modo de batería, el mercado estudiado está segmentado en cigarrillos electrónicos automáticos y cigarrillos electrónicos manuales. Por canal de distribución, el mercado está segmentado en segmentos minoristas fuera de línea y en línea.
La lucha continúa
Desde el 2019 se vienen adelantando proyectos de ley que buscan la regulación en la venta de estos elementos electrónicos, sin embargo no se ha llegado a ningún acuerdo.
En su momento, Ranniery Acuña Cordero, quien fue coordinador del Servicio de Neumología Pediátrica del Hospital Militar, resaltó que los dos graves inconvenientes de estos elementos son que inducen al tabaquismo futuro, con los problemas que esto implica, y que la exposición a sus componentes, “sean nicotínicos o no”, afectan la salud respiratoria y hay inflamación de las vías, procesos de mayor tos y probablemente enfermedad respiratoria cuando se está expuesto pasiva o activamente a ellos.
Asovape puso sobre la mesa que las regulaciones deben tener como fin respetar los derechos de personas mayores de edad que deciden utilizar este tipo de dispositivos electrónicos y defender el derecho de que las personas puedan optar por alternativas de menor riesgo frente al cigarrillo común.
Según la asociación, “decirle a una persona que deje de fumar es fácil. Sin embargo, la realidad es que para millones no lo es. Por esto, un marco regulatorio adecuado y diferenciado debe brindar alternativas y proteger el derecho de estas personas a decidir y optar por productos libres de combustión como vapeadores y cigarrillos electrónicos”.
El proyecto además de pedir la regulación en la venta, pide que se establezcan lineamientos para que en el país se desarrollen programas educativos para menores de edad con el fin de evitar el consumo e incentivar el abandono de esta práctica.
Entre los temas en los que deben ser educados los niños, niñas y adolescentes del país sobre el consumo de vapeadores, se encuentran “los efectos nocivos del tabaquismo, la incidencia de enfermedades, la discapacidad prematura y la mortalidad relacionada al consumo de tabaco y la exposición del humo de tabaco”.