El escribano palustre es una de las especies de paseriformes con una población reproductora más exigua de España. Su población se encuentra muy fragmentada y sus hábitats presentan muchas amenazas.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Desde el 2005 la ONG conservacionista, indicó que el escribano palustre especie vinculada a los humedales y que por tanto ha sufrido especialmente los efectos de la transformación y fragmentación de estos ecosistemas, camina “silenciosamente” hacia la extinción.
El grado de amenaza del escribano palustre es mayor, si se tiene en cuenta que los ejemplares que crían en España no pertenecen a una sola población, sino a dos subespecies diferentes que, además, son casi endémicas: una de ellas sólo se reproduce en España y norte de Portugal.
20 o 30 parejas reproductoras es lo que contabiliza el informe que hay actualmente en España, mientras que la subespecie iberoriental aún tiene entre 238 y 244 parejas, lo que permite incluirla dentro de la categoría de “en peligro crítico” en las listas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Aunque se piensa que en algunas épocas del año lleguen más ejemplares por el invierno estas son transitorias y en muchas oportunidades no alcanzan a ser percibidas por los observadores, dado que la especie no es grande ni conspicua como cigüeñas, buitres o alimoches.
Se tienen datos que la especie puede estar concentrada en dos grandes áreas; en seis humedales de Galicia, el escribano palustre iberoccidental y iberoriental, en sendos espacios del Delta del Ebro, las Tablas de Daimiel y la Albufera de Mallorca.
Una metodología ampliamente utilizada para descubrir la presencia de una especie críptica es detectarla a través de su reclamo o canto reproductor. Por lo general los machos de la mayoría de los paseriformes cantan, entre otros motivos, para defender su territorio frente a otros machos que pudieran estar interesados por él.
Dependiendo de la densidad de parejas y la abundancia de alimento en una zona, los machos de esta especie pueden ser más o menos territoriales y demostrarlo cantando durante más o menos tiempo y en algunos casos no cantan durante toda la mañana, ni con la misma intensidad durante todo el periodo reproductor.
Esta ave se extinguió en País Vasco, Cantabria y Asturias. La desaparición de entre el 60 % y el 75 % de humedales en la península ibérica en los dos últimos siglos le ha afectado especialmente por su tendencia a establecer poblaciones reproductoras reducidas en pequeños humedales, muchos de ellos destruidos por “los cambios en los regímenes hídricos por la intensificación agraria y la explotación de los acuíferos”.
Se dice que las zonas donde pueden estar concentradas son Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia.