El lunes tuvo lugar una polémica en el país que involucra a la Primera Dama, María Juliana Ruiz. Según dio a conocer Noticias Uno en su emisión de fin de semana, ella se habría reunido con Enrique Serrano, director del Archivo General de la Nación, para que patrocinara su libro autobiográfico, en el que se diera a conocer su papel como consorte del mandatario. Según la publicación, el costo estimado sería superior a los 50 millones de pesos.
Luego de la publicación, la primera dama fue tendencia en las redes sociales colombianas y, ante el hecho, la Casa de Nariño publicó un comunicado de prensa en el que Ruiz indica que su objetivo solo es el de “construir conjuntamente la memoria histórica, la visibilización y el reconocimiento de la gestión social”.
Según la Primera Dama, la labor de gestión social “se hace sin intenciones personales, sin protagonismos, sin exigencias presupuestales, sino con el fin de dar a conocer la verdadera huella y legado del servicio de corazón de las Primeras Damas y gestores sociales de Colombia”.
En el comunicado, Ruiz indica que “desde que asumí el rol como Primera Dama me propuse conectar al país a partir del impacto positivo de la gestión social, buscando rescatar, visibilizar y reconocer el valor de una labor que se ejerce de manera absolutamente voluntaria, con generosidad y genuina vocación de servicio a la comunidad. Diferenciando esta posición de lo que históricamente se ha definido de manera generalizada a partir de estereotipos y en ocasiones, desafortunadamente, juzgado bajo calificativos banales”.
Además indica que esa intención “es una realidad hoy a nivel nacional, con el resultado de un trabajo mancomunado a través de la red de gestión social Lunna (Líderes Unidos por los Niños, Niñas y Adolescentes de Colombia), con la que venimos profundizando el trabajo articulado nación-territorio, por medio de causas comunes en defensa del bienestar social”.
Para la Primera Dama, “en Colombia, la gestión social ha capitalizado y contribuido en la movilización, atención y formulación de acciones en defensa de la población más vulnerable, en aspectos como: desastres naturales, salud, minorías, educación, discapacidad, niñez, adolescencia, juventud, familia y adulto mayor”.
Según dijo, evidencia de esa gestión es que Colombia “tiene la fortuna de gozar de una trayectoria de Primeras Damas ejecutoras de gran liderazgo, que exponen el aporte indiscutible que ha hecho y que hace la gestión social, contrarrestando la tendencia a invisibilizar o polemizar este complejo papel”.