Hemos venido siendo reiterativos a través de estas líneas editorialistas, que el accionar del gobierno durante los ´primeros meses de su gobierno desde que asumió el poder, el presidente Gustavo Petro Urrego, han contribuido con el mismo proceso de empobrecimiento de todos los hogares colombianos, continuando el mismo estilo de gobierno que desarrollaron sus antecesores. Es muy decepcionante que todos los gobiernos incluido el presente, sigan impulsando la aplicación incoherente de los instrumentos de la política macroeconómica del país. No cesan sus apetitos alcabaleros de seguir aumento los impuestos a los bolsillos de los colombianos. Pero la actual administración nacional, se ha focalizado en aumentar con más severidad, este proceso progresivo del empobrecimiento de las familias colombianas.
Así nos pinten pajaritos de oro y sigan con esa retórica barata, los indicadores económicos reflejan la otra cara de la moneda. Igualmente, el panorama es desalentador en los hogares colombianos y en el sector empresarial del país, así digan lo contrario los integrantes del equipo económico en el alto gobierno, los cuales desde un computador en las oficinas centrales en Bogotá, buscan generar optimismo en la economía colombiana, pero que con su accionar gubernamental, dan al traste con los propósitos que han emprendido. No se sabe, si la torpeza viene de los colaboradores del presidente, o es el primer mandatario de los colombianos que todavía no han aterrizado en la verdadera realidad social y económica de Colombia. Sus salidas en falso, a través de los mensajes de Twitter que emite permanentemente, reflejan la continua improvisación de su gobierno.
Respetuosamente señor presidente. No estamos en contra suya. No estamos en oposición. Pero cada vez que usted emite un mensaje en las redes sociales y los proyectos de Ley que ha presentado y que pretende presentar a consideración del legislativo, genera incertidumbre y pesimismo en el constituyente primario que lo eligió. Cada vez se escuchan voces de arrepentimiento. El club de arrepentidos se está incrementando de manera exponencial. Así lo demostraron las marchas que programaron usted y la oposición. Se notó la sequía electoral. Así lo reflejaron los medios de comunicación nacionales, internacionales y las diferentes redes sociales. Podemos inferir que, al ejecutivo, no le quedaron ganas de convocar a nuevas marchas.
Sigue imparable el aumento de los precios de los bienes y servicios en la economía colombiana. Para las familias este fenómeno económico, se ha convertido en un verdadero viacrucis, porque continúa su proceso de empobrecimiento, sin que exista un horizonte que conduzca a minimizar sus efectos. Es muy triste afirmarlo. Pero da la sensación de que las familias cada vez se alimentan menos, porque los exiguos ingresos no les alcanzan. El cambio ya empezó a afectarnos a todos.
