Se dice que en el tiempo de cuaresma se debe cumplir con una abstinencia y ayuno en diferentes tipos de alimentos. Pese a esto, San Juan Bosco enseño que, no solo se ayuna con esto sino que también se puede hacer con distintas partes del cuerpo.
DIARIO DEL HUILA, REFLEXIONES
La Cuaresma es un periodo de 46 días, desde el Miércoles de Ceniza hasta la víspera del domingo de Resurrección, y para la iglesia católica, es el tiempo litúrgico de preparación para la Pascua, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Dicho ayuno se ha practicado desde el siglo IV de forma regular, como una forma de ayudar a la oración y para purificar nuestro cuerpo, y así disponernos mejor para la escucha de nuestra oración con Dios.
«La Cuaresma empieza con el ayuno y la abstinencia, que es la privación voluntaria de comida durante algún tiempo, por motivo religioso como acto de culto ante Dios, el ayuno son dos días, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo», dijo El sacerdote Alberto Torres Frausto, párroco de la Parroquia de la Resurrección del Señor, en Concordia, Coahuila.
Por lo tanto, el ayuno es una forma de abstenerse de alimentos corporales y una forma más de penitencia y de oración, ya que Jesucristo realizó esta práctica en momentos importantes, especialmente cuando se disponía a hacer oración.
Las enseñanzas de San Juan Bosco
Aunque lo que se enseña es este tipo de prácticas, Juan Melchor Bosco Ochienna, también llamado Don Bosco; I Becchi, 1815 – Turín, 1888, santo, sacerdote y pedagogo italiano, fundador de la orden salesiana enseño que se puede ayunar con las distintas partes del cuerpo.
En las “Memorias biográficas de Don Bosco” (tomo 12) se cuenta que un día el santo recomendó a sus muchachos ayunar dominando las diferentes partes del cuerpo.
“No permitan nunca, mis queridos amigos, que el cuerpo mande; mortificarlo durante esta mitad de la Cuaresma, que aún nos queda”, indicó el fundador de los salesianos.
Con las partes del cuerpo
Para esto los animó a hacer ayunar a los ojos, es decir, no mirar imágenes, pinturas o fotografías contrarias a la virtud de la modestia, evitando además leer libros inmorales o contrarios a la fe.
Con respecto a los oídos, les mandó huir de conversaciones que puedan ofender la pureza y de participar en murmuraciones
Para hacer ayunar a la lengua, Don Bosco los alentó a desterrar toda palabra que pueda escandalizar a los demás, las bromas pesadas y el hablar mal de alguien.
Más adelante, recomendó no andar quejándose del calor o el frío, soportando con paciencia las contrariedades y tolerando con caridad los defectos de los demás. En resumen, no realizar algo que vaya en contra del buen ejemplo.
“Una cosa más quiero recomendarles todavía. Comulguen frecuentemente y con fervor. Si reciben a Jesús con frecuencia en su corazón, su alma quedará tan fortalecida por la gracia, que el cuerpo se sentirá obligado a obedecer al espíritu”, concluyó el santo.
En el catolicismo
En el Evangelio, Jesús brinda algunas ‘pistas’ de cómo vivir el ayuno y su verdadero sentido. Por ejemplo, en la lectura de (Mateo 6, 1-6.16-18), nos habla sobre cuál es la forma adecuada de vivirlo, diciendo: «Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan.»
Por otra parte, el presbítero agregó, «el ayuno no consiste solamente en abstenerse de tomar algún alimento, sino de solidarizarse con las necesidades de los más pobres y los más desprotegidos y más en este tiempo el Papa Francisco nos invita a que, tanto el Miércoles de Ceniza, como el Viernes Santo, ayunemos pidiéndole a Dios que se detengan todos los conflictos bélicos en Ucrania».
El ayuno es una tradición de la fe cristiana, que consiste en ingerir una sola comida fuerte en el día, como una forma de penitencia, que tiene por objetivo la reconversión espiritual y alejarnos del consumismo.
Por qué se pide no comer carne
Al pedir a las personas que consuman pescados y no carne, se hace referencia a que “coman del lado de los pobres y los desprotegidos”.
Otra explicación para no comer carne es por hacer un sacrificio de penitencia, controlando a la voluntad para evitar un alimento que es apetitoso.
En términos teóricos es muy sencillo: el ayuno significa renunciar a la comida, y la abstinencia renunciar a comer carne.