Después de nueve años en los que invirtieron tiempo y dinero, las comunidades de Lomas de San Pedro en la comuna nueve de Neiva, decidieron no recaudar más el servicio de energía. Piden a la Electrificadora que asuma esas funciones en la zona. La empresa les respondió.
Reunidos nueve de los once asentamientos de Lomas de San Pedro, en el barrio Quintas del Manantial, con representantes de la Electrificadora del departamento, con el acompañamiento de la Superservicios Regional, Patricia Almario y la Personería de Neiva, anunciaron que hasta la fecha realizaron el servicio de recaudo del servicio de energía en los contadores comunitarios que se instalaron en el sector.
Cansados de asumir las competencias que consideran debe atender la empresa de energía, que si recibe el pago del servicio mes a mes por parte de quienes recaudan los costos del servicio en cada asentamiento que le corresponde. Además, denunciaron que han tenido una serie de inconvenientes y hasta un muerto a lo largo de nueve años.
Contexto
Para conocer en detalle la problemática que los tiene en esta situación, dialogamos con Jorge Eliecer Sanchez, “el cura”, residente en Altos de Monterrey, en donde residen unas 130 familias,
“Son nueve años que vamos a cumplir prestando el servicio de cobro, corte y reconexión de energía, en un esfuerzo que ha hecho la comunidad y la verdad es que hoy en día nos vemos afectados por amenazas de la misma comunidad, porque algunos se molestan porque se les cobra el servicio”, dijo.
Contó además que los han expuesto en redes sociales como si fueran ladrones en lugar de quienes cumplen una labor social en favor de la propia comunidad de estos asentamientos en donde residen más de 50 mil personas en la comuna nueve de la capital del Huila.
“Ya se rebosó la copa y por eso la decisión, no queremos que de pronto suceda algo que lamentar y de verdad salgamos en los medios de comunicación como personas malas. Estamos cansados de hacer un trabajo que lo debe de hacer la Electrificadora y por eso hemos tomado la determinación de desconectar los medidores comunitarios, porque la verdad, nos cansamos de insultos, amenazas y agresiones.”.
Dejó presente que no es que no quieran pagar, por el contrario, han venido pagando puntualmente desde que instalaron el servicio, nunca se han robado un solo kilovatio, pero si ha habido personas que hacen el recaudo y se roban la plata, lo que ha generado unas deudas.
“Todo esto se debe a que la Electrificadora no se hace cargo, lo que queremos es que nos presten un servicio temporal individual, que a cada usuario le llegue su recibo de manera individual, que sea la empresa la que vea si le cobra o no”.
Su deseo personal es que no quiere seguir para quitarse toda clase de problemas que esto le ha traído y está cansado.
Operación actual
Jorge Eliecer Sanchez, explicó a Diario del Huila, la manera como opera actualmente la prestación del servicio.
Existen los medidores comunitarios, que son administrados por cada asentamiento que tiene de acuerdo a su extensión entre 120 a 200 y un poco más de usuarios, hay asentamientos que tienen hasta dos medidores.
Llega un recibo por cada medidor comunitario, pero cada vivienda cuenta con su contador en donde se mide que es lo que consume y ahí comienza nuestra labor, haciendo una lectura, para posteriormente generar unos recibos manuales que se reparten en cada vivienda y ahí comienzan los problemas.
“Hay personas que no quieren pagar o ponen problema y entonces nos toca cortarles el servicio y es lo que ya nos tiene cansados, por eso no queremos continuar”, añadió.
Hay además una persona que hace el recaudo y está igualmente expuesta a toda clase de insultos y hasta a un atraco.
Los operarios
En esta oportunidad aprovechamos para conocer la persona encargada de una de las labores más importantes y riesgosa de esta cadena de la prestación del servicio de energía en estos asentamientos, el que quita y pone la energía.
Se trata de Carlos Andrés Trujillo, un joven obrero de construcción que no le teme a la electricidad, así que arriesga su vida subiendo y bajando de los postes, para conectar o desconectar según lo que se requiera.
“Yo soy el que me subo a la postería y hago los cortes e igualmente el que coloca las lámparas cuando hay que cambiarlas, hago limpieza de redes, conecto, desconecto, lo que salga para la comunidad”, dijo, mientras en una de sus manos tiene un dedo con tornillos ortopédicos producto de una caída desde uno de los postes.
Es empírico y aprendió de electricidad en su trabajo, porque “en la vida hay que aprender de todo un poco”, dijo
Carlos tiene un concepto sobre los problemas que se generan cada vez que van a recaudar y a suspender a los morosos, no es lo mismo que lo hagan ellos a que sea la Electrificadora. A ellos no los respetan por no representar la institucionalidad, “Si es la empresa no habrá problemas, como sucede con el servicio de agua”, sostuvo.
Acto seguido narró lo del accidente que fue provocado y que lo tiene en riesgo de perder uno de sus dedos. “ El día que estaba haciendo un corte, desafortunadamente a un vecino, vinieron me movieron la escalera, me alcance a lesionar y mire a dónde va, son cuatro meses y faltan otros cuatro meses y quien sabe su hasta pierda ese dedo”.
Por todo eso se une a la voz de la mayoría que se cansaron de vivir situaciones de amenazas, agresiones, un día le cogieron la casa a piedra, lo han amenazado de sacarlo del asentamiento y hasta de muerte.
Reside en Altos de Monterrey en donde son unas 120 familias de las que son unas siete u ocho las mismas que cada mes ponen problema.
Las recaudadoras en Altos de Monterrey
Jessica Santana y María Cecilia de Castillo son las encargadas de adelantar el recaudo en el asentamiento Altos de Monterrey, básicamente hacen lectura y los recibos. Reconocen que hay personas amables que entienden la función y servicio que prestan, pero también se han encontrado con quienes las insultan.
Deben enfrentar otros peligros como ser mordidas por un perro, en la jornada que inician hacia las seis de la mañana y terminan pasadas las diez u once de la mañana.
Está acompañada de María de Castillo, quien cumple una labor similar, hacen los recibos que llenan a mano. Emplean un día para recaudar la información y llenar el recibo y otro para ir a entregarlo, deben esperar que llegue el recibo del contador comunitario para de acuerdo al valor cobrar para pagarle a la Electrificadora.
Como en este asentamiento, cada contador y asentamiento tiene sus recaudadoras.
Otros testimonios
Los argumentos son los mismos por parte de cada uno de los representantes de los nueve asentamientos que decidieron entregar los contadores comunitarios a la empresa de energía del departamento. Están cansados de realizar una labor que no les corresponde, con malos tratos, insultos y hasta agresiones.
Luis Colmenares de Bajo mirador, entrega uno de los testimonios en el que la preocupación de la comunidad gira sobre una deuda que hay con la Electrificadora de $13 millones y se han hecho reuniones para conocer el ¿por qué?, de esta deuda y no les dan una explicación.
“El problema allá es que los encargados de hacer el recaudo pagan una parte y la otra no y ya va en $13 millones la deuda, cuando la comunidad ha estado pagando, por eso queremos que la Electrificadora se haga cargo del servicio y del recaudo para evitar inconvenientes como este”, aportó.
La Electrificadora
Por parte de la empresa convocada por la comunidad habló el representante de la oficina de responsabilidad social y ambiental, Lester Garrido.
“Nosotros estamos haciendo un acompañamiento en los asentamientos en la parte norte de Neiva, en donde la gente está pidiendo los servicios públicos domiciliarios”, comentó.
Lester agregó que entienden la exigencia que consideran justa de parte de los ciudadanos, pero deber ser respetuosos de la normatividad, el régimen legal y las competencias establecidas con relación a la prestación del servicio de energía eléctrica en el país.
“Por eso en algunos espacios estamos invitando a la comunidad como lo hemos hecho con la administración de Neiva, para adelantar un diálogo amplio y sincero en el que podamos establecer unos compromisos claros con relación a la legalización de estas zonas urbanas ya muy habitadas”, manifestó.
Además, con el no recaudo de la prestación del servicio terminan existiendo pérdidas que al final asume la Electrificadora y que finalmente pagamos entre todos.
“En este caso la comunidad está exigiendo que el servicio sea individualizado para cada uno de ellos y no por medida comunitaria, pero esta es la única herramienta jurídica que nos permite a nosotros como empresa, atender estos asuntos”.
También indicó que la medida comunitaria establece que es la comunidad la que se hace cargo del proceso interno de cada una de las familias, puesto que la Electrificadora, no puede entrar a leer unos medidores que son propiedad privada, que no hacen parte de sus redes.
Así mismo las redes de baja, son redes que además de no ser de la empresa, son redes que no cumplen con la normatividad vigente, por eso no pueden intervenir y deben ser los integrantes de la comunidad los que hagan el trabajo de recaudo y demás procesos internos.
Finalmente se estableció una comisión que en compañía de los funcionarios de la Electrificadora, la Superservicios y la personería establecer una mesa de trabajo con el municipio para el tema de la legalización de los asentamientos o las viviendas de manera individual y en esa medida poder solucionar este problema que perjudica a más de 50 mil neivanos.
También se acordó consultar a la empresa de energía para suspender el recaudo durante dos meses mientras se adelantan todos estas reuniones y trámites.