Gloria Camargo
El proyecto de reforma laboral presentado por el Gobierno Nacional ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores económicos del país.
Las empresas que se dedican a las aplicaciones digitales y los repartidores fueron los primeros en manifestar sus reparos, ya que según ellos, la iniciativa pondría en riesgo cerca de 80 mil empleos. Pero este no es el único sector que ve riesgos en el proyecto.
La industria de las confecciones manifiesta que la reforma podría encarecer los precios de algunas prendas y textiles importados, ya que aumentarían los costos en la contratación de personal.
Este sector es uno de los que más mano de obra requiere, lo que incrementaría los precios finales en un 30%, según las estimaciones del sector. Las pequeñas y medianas empresas serían las más afectadas por estos incrementos en la operación.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, afirmó que es necesario darles la oportunidad a las pymes y microempresas de poder vender sus productos a las grandes empresas, ya que si se les obliga a producir todo lo que necesitan o a contratar todo directamente, desaparecerían muchas pymes y empresas medianas y pequeñas.
El sector del comercio exterior también ha expresado sus preocupaciones. El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), explicó que para el sector es importante contar con estabilidad laboral, pero además la reforma debe adaptarse a lo que demandan los negocios internacionales.
Es clave tener otras opciones, dependiendo del momento y la oportunidad, lo que incluye permitir contratos por períodos cortos, por días o por horas.
Por su parte, Jaime Alberto Cabal, presidente de la agremiación, indicó que el proyecto deja por fuera a dos de cada tres colombianos que integran la población económicamente activa. Fenalco también ha llamado la atención sobre el aumento de costos que implica para los comerciantes respecto a la contratación de personal, lo que implicaría un alza de entre el 30% y el 35%.
Además, Fenalco destaca que el proyecto de reforma laboral castiga las actividades de comercio y servicios que se desarrollan en la noche y destruye las estrategias productivas de 24 horas.