En la noche del 21 de febrero, un incendio afectó siete locales en el segundo piso del Centro Comercial los Comuneros de Neiva, dejando cuantiosas pérdidas materiales. Un mes después los afectados siguen esperando las ayudas que no han llegado.
Un mes después de la conflagración que fue controlada por el cuerpo de bomberos de Neiva, pero que dejó a varios comerciantes con créditos por pagar y cuantiosas pérdidas, visitar el lugar, deja un sin sabor sobre las soluciones y ayudas.
Todos están a la espera, pero nadie quiere comentar de fondo sobre las acciones que se han emprendido o emprenderán como solución definitiva a los daños y pérdidas que dejó el siniestro. Se tiran la pelota unos a otros y nadie se compromete con conceptos sobre lo que están viviendo.
Como un hecho permanente, en cada visita es la dificultad de conseguir que los afectados hablen, siempre hay una especie de temor de que el que habla, lo van a señalar y de pronto no lo tienen en cuenta.
Diario del Huila, de todas maneras, llegó un mes después del siniestro al Centro Comercial los Comuneros y se encontró un panorama en donde algunos de los afectados, los que no tuvieron daños tan marcados en sus locales, de manera individual y en grupo, han comenzado a arreglar sus locales y reabrir sus negocios.
“Nos ha tocado a nosotros mismos, readecuar y pintar para poder volver a la actividad comercial”, dijo uno de los inquilinos del segundo piso que prefirió el anonimato.
Esto demostró que lo que manifestaron al otro día del incendio es verdad y lo están cumpliendo tal y como lo indicaron, “vamos a superar esta adversidad y las pérdidas con trabajo y esfuerzo”, sostuvieron.
La verdad es que no se han quedado quietos y han emprendido las acciones tendientes a recuperar lo perdido. El más afectado Holman Moscoso, que perdió parte de la maquinaria y elementos de trabajo, se encuentra fuera de la ciudad, en donde simplemente, nos indicó que sigue en el proceso de recuperación, “estoy en eso, pero para atrás ni para tomar impulso”, sostuvo lacónicamente, mientras argumentó no poder hablar más por estar en una ciudad grande y en la calle.
Diario del Huila también pudo conocer que para esta semana se iniciarán los trabajos de readecuación de la zona, ya por parte de la administración del Centro Comercial, como resultado de los reclamos ante las aseguradoras que responden por los daños estructurales.
Sobre este tema, los damnificados dijeron que decidieron dar como plazo de espera, esta semana, para saber si les van a cumplir o de lo contrario emprender otras acciones que permitan agilizar los reclamos y los arreglos.
Contexto
Algo que mostraron tener en común desde la propia noche de la conflagración y al otro día, los propietarios de siete locales en el Centro Comercial los Comuneros en el centro de Neiva, fue ser solidarios y estar dispuestos a surgir desde las cenizas, superando la adversidad como ya han estado acostumbrados en otras oportunidades.
En medio del pesar por las pérdidas anunciaron que superaran esta adversidad de la vida con trabajo y esfuerzo.
El Ave Fénix es uno de los máximos símbolos de una cualidad muy mencionada en la actualidad: la resiliencia, que es la capacidad de aceptar, enfrentar, manejar y recuperarse de eventos negativos. Esto es lo que mostraron tener los afectados en Los Comuneros.
También la emergencia no pasó a mayores, gracias a la oportuna y la pronta reacción del cuerpo oficial de bomberos de la ciudad, que logró controlar la conflagración que se llevó parte de los esfuerzos y sueños de los propietarios de siete locales ubicados en el segundo piso. Estos, en compañía de las autoridades, evaluaron las pérdidas y luego se supo que fueron millonarias.
Los afectados -Hoy
Diario del Huila, quiso conocer el momento actual de las víctimas de un siniestro que se originó al parecer por el recalentamiento de un ventilador. Esto es aún materia de investigación
Holman Moscoso Diaz, fue el más afectado porque perdió buena parte de sus esfuerzos de varios años, un ingeniero eléctrico dedicado a las confecciones; por cosas de la vida y como herencia familiar, tal y como lo prometió sigue trabajando para recuperarse de las pérdidas millonarias y hacer homenaje al legado que heredó de su señora madre que fue la que comenzó con el negocio.
La tarea ha sido con los bancos, y con los proveedores para renegociar con base en el buen nombre que ha construido en el campo de las confecciones a base de trabajo y disciplina.
Las pérdidas de la fatídica noche ascendieron a más $200 millones de pesos que ahora tiene en proceso de negociación con los bancos y los acreedores.
Este es uno de los comerciantes ejemplo de resiliencia, con 12 años de trabajo en los Comuneros comenzando con bordados computarizados, luego siguieron con dotaciones y hoy de la noche a la mañana lo perdieron todo ese 21 de febrero.
Todo lo habían construido con recursos a través de créditos que apenas estaba comenzado a pagar. “Me tendré que ir a sentar con los representantes de las entidades bancarias para tratar que entiendan mi situación y se puedan refinanciar o que me den alguna solución, que alguien me asesore en este caso, Dios mío”, sostuvo, en medio de la confusión que lo embargaba esa noche.
La importancia de los Seguros
Una lección adicional que dejó el siniestro de la noche del 21 de febrero en los Comuneros de Neiva es que se hace necesario recuperar la cultura de asegurar los bienes y los negocios.
Los damnificados aceptaron que durante algún tiempo tuvieron los seguros, pero ante la situación económica difícil, lo comenzaron a ver como un gasto y los dejaron de pagar.
Uno de ellos sostuvo que los tuvo, hasta antes de pandemia, lo que está asegurado, tiene entendido es la infraestructura de los dos locales, pero no se ha sentado a dialogar con el administrador sobre la manera que los van a ayudar.
Eso es lo que les manifestaron ya esta semana que comenzarían a arreglar los locales y readecuarlos con base en los recursos de los seguros a la infraestructura del Centro Comercial Los Comuneros,
“Es lo que nos han comentado, aunque no hay una voz o documento oficial que nos garantice que va a ser así, por eso lo que le dijimos de la espera esta semana”, sumó uno de los inquilinos.
Faber Rodríguez, quien perdió parte de mercancía que mantenía en un local que utilizaba como bodega. Lo primero que mostró fue la solidaridad con Holman que fue el más afectado. “Desafortunadamente lo perdió todo, hubo pérdida total”, comentó.
En el caso de Faber, las pérdidas fueron por telas y camisetas que vende en otro local, pero tenía buena cantidad de lo producido en ese ya que en donde atiende es pequeño.
Actualmente sigue en su labor, trabajando duro para recuperar las pérdidas que le genero el incendio y espera poder pasar la página de manera definitiva pensando en que el negocio subsane lo de las deudas y de para vivir.
Wilton López, sufrió la perdida de la cuarta parte de su local en donde atiende una pequeña cafetería durante el día. “No es pérdida total, pero ahora hay que sumar el tiempo que vamos a dejar de abrir hasta tanto se arreglen los locales y se reacondicione este piso”, sostuvo y es uno de los que está a la espera del arreglo de los locales.
Mientras tanto se rebusca con otro local que tiene en otra zona del Centro Comercial Los Comuneros de Neiva, que aún muestra en su fachada la huella del incendio del 21 de febrero y lo mismo en la zona del segundo piso por la carrera 1H.
Es la huella que dejó la conflagración de la noche del 22 de febrero en pleno centro de Neiva, un incendio que no duró mucho y que ante la oportuna intervención del cuerpo de bomberos de la ciudad se logró controlar y apagar, evitando que se extendiera a otros locales y a sectores aledaños que son construcciones viejas en algunos casos.
Diario del Huila, seguirá pendiente de la evolución de la recuperación y reconstrucción de los daños generados en cada uno de los locales y ante todo la evolución de quienes se vieron directamente afectados.
Ojalá en la próxima visita haya una mejor disposición de los propietarios e inquilinos para poder conocer en detalle de su propia voz lo que les está afectando y las consecuencias de malas decisiones en muchos casos.
Entre tanto los comerciantes siguen su labor diaria, en medio de las adversidades con una gran muestra de ser resilientes y estar acostumbrados a superar las dificultades que surgen del quehacer diario en el marco de sus labores.