DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS
Por: Rolando Monje Gómez
El pasado jueves 18 de marzo la comunidad de la Universidad Surcolombiana se preparaba para, después de casi dos años de interinidad en el cargo de rector, se procediera elegir un titular y acabar con los encargos que se vienen presentando desde que fue anulada la elección de Nidia Guzmán en octubre de 2019 y cuatro rectores en interinidad, en este casi año y medio sin una cabeza.
Sin embargo, esta elección debió ser suspendida a última hora. Aunque el juez Segundo Civil del Circuito de Neiva, Juan Carlos Ortiz Vargas, quien estudió el ‘tutelatón’ interpuesto, levantó el miércoles las medidas cautelares y dio vía libre al proceso eleccionario, dejando intacto el calendario electoral.
Pero cuando ya parecía todo superado apareció el fantasma de la pandemia y le puso nuevamente el freno a la elección. La Alcaldía de Neiva ordenó la no realización del proceso por las medidas restrictivas que impiden las aglomeraciones por cuenta del Covid-19 y se deben cumplir todos los protocolos de bioseguridad.
Por si faltara una demanda más directivos, consejeros y el equipo jurídico de la institución, anunciaron acciones legales del caso para que la Alcaldía desmonte la indebida prohibición. Igualmente ayer se conoció de una nueva demanda, esta vez ante la Procuraduría por la irregularidad de los representantes de los estudiantes en el Consejo Superior y otra ante el Juzgado Primero Civil del Circuito de Pitalito, contra don miembros del Comité Electoral.
Este proceso fue suspendido inicialmente en razón a la emergencia sanitaria declarada por el Gobierno Nacional, mediante Acuerdo 012 del día 19 de marzo de 2020. Con fecha 29 de enero de presente año, el Consejo Superior de la Universidad Surcolombiana mediante Acuerdo 001 decidieron reanudar el cronograma para adelantar el proceso de elección y designación de Rector para el periodo 2021-2025 de la Universidad Surcolombiana, definiendo nuevamente el cronograma.
Ayer estuvimos insistiendo para dialogar con el rector de la institución Hernando Gil o con algún representante del Consejo Superior pero resultó imposible. Nunca respondieron.
En vista de esto quisimos conocer la opinión de los aspirantes a la Rectoría de la USCO, principales protagonistas de este proceso y de alguna forma afectados por el nuevo aplazamiento de las elecciones, para conocer sus apreciaciones sobre el mismo.
Nidia Guzmán, quien fue la última persona elegida para el cargo y quien hoy aspira nuevamente manifestó que le preocupa mucho esto. “De hecho hay unas tutelas que han puesto los docentes que se sienten vulnerados en el derecho al voto como lo han venido haciendo durante años y que de un momento a otro un comité, que considero no tiene la autoridad para hacer eso, tome la decisión de excluirlos de estos listados simplemente porque dos candidatos consideran que estos docentes catedráticos voten. Me parece lamentable que no haya unos parámetros claros en la universidad con respecto a esto, la universidad no puede estar en esta situación, me parece grave”.
“Han cogido desde hace unos años que rector que nombran rector que demandan y a mí me pasó. Yo tuve que salir porque se anuló el proceso de selección de la terna por una inhabilidad que había en el Consejo Superior”, afirmó.
Para Luis Alberto Tamayo el aplazamiento por tanto tiempo “es terrible para la institución, para la región nefasto. La Universidad es un tanque de pensamiento pero además es un protagonista de la región y en los últimos tiempos no ha sido nada de eso, entonces cuando se dilata todo el proceso de firmeza de un rector no se le está dando oportunidad de volver a tomar el rumbo como se debe”,
Indicó que “hay que hacer un reflexión muy importante y decir basta a todas estas dilaciones e independientemente quien sea el nuevo rector hay que llevarla a tomar nuevamente el rumbo. Se ha generado una incertidumbre jurídica alrededor de la Universidad, deben hacerse las elecciones y salir de la interinidad”.
“Lo que queremos es que a la Universidad se le permita, sobre todo en este momento que estamos escogiendo quién será el representante legal, decidir por sí sola quién es el rector y una vez se haya elegido, que se haga frente común con las fuerzas vivas para sacar adelante los proyectos en beneficio de la comunidad estudiantil”, indicó Nelson Gutiérrez también candidato.
“En ese momento ya será necesario una interacción directa y se deben establecer diálogos entre la universidad y las fuerzas vivas de la región. Hemos venido diciendo que entre la universidad y la sociedad deben haber límites que deben ser respetados y en ese sentido el atravesar cualquiera de las dos vías, desde afuera hacia el interior de la institución o desde la academia hacia los sectores públicos, esa intervención, de alguna forma termina afectando la imagen institucional, por eso hemos pedido que en estos momentos se nos permita actuar en autonomía y se le permita a la universidad tomar la decisión por si sola”, expresó.
¿Revisar la forma de elección?
Sobre cómo se debe hacer la elección y si se debe reformar el proceso Nidia Guzmán afirmó estar de acuerdo en revisar el estatuto electoral. “Que se quite tanta minucia que tiene que llevar a que cada uno interprete como quiere y demande. Creo que si dicen, estos son los aspirantes a la rectoría, que cumplan con los requisitos y que la comunidad elija, y nos evitamos tanta cosa. Quienes queremos a la universidad debemos sentarnos a revisar este proceso y finiquitar de una vez por todas esa alcahuetería”.
Sin embargo para Luis Alberto Tamayo “los problemas de la universidad no son solo los problemas electorales, los problemas son más estructurales, más de fondo, hay que hacer mesas de trabajo con grupos de alto rendimiento para que trabajen en la modernización de todo lo misional y luego sí pasemos a otras cosas”.
“Qué problemas le veo yo que el voto sea ponderado, donde el estamento más representativo de la universidad, que es el resultante de todos los procesos educativos, el producto de la universidad, que son sus graduados es el que menos valor tiene en el proceso electoral. Para la universidad y como está diseñado el proceso, son insignificantes sus graduados”, señaló,
Continuó diciendo que “mientras que hay una ponderación tal vez muy alta de los docentes en la elección generando lo que podríamos denominar una ‘docentecracia’, que son un grupo de interés muy fuerte que orientan a su vez a los estudiantes, son los que generan micropoderes dentro de la institución. Nada más político que el interior de la universidad, sin descartar que haya grupos políticos externos también”.
“La interinidad perjudica la imagen de la universidad, la ingobernabilidad de nada le sirve, académicamente funciona pero se detienen muchos procesos, la universidad no puede sentir esta forma de atraso”, afirmó Tamayo.
Gutiérrez Guzmán por su parte considera que “se debe revisar la forma como se elige y designa el rector de la universidad y para eso hemos propuesto el ajuste de la normatividad interna, ese será uno de los aspectos a revisar”.
“Estamos de acuerdo en que sea más exigente en los requisitos para aspirar al cargo de rector, la forma como se desarrolle la consulta en los diferentes estamentos será materia de discusión cuando se implemente lo que nosotros hemos definido un ajuste a la normatividad interna, que puede ser vía constituyente universitaria o vía asamblea universitaria consultiva, pero lo que está pasando hoy es un indicativo de que se requiere ajustar la normatividad interna”, afirmó.
Los tres aspirantes al máximo cargo de la Universidad Surcolombiana estuvieron de acuerdo en que pensar en una elección virtual es imposible: “La Universidad no está preparada”.
Finalmente, el tan anunciado proceso debió ser cancelado y hoy no se sabe cuándo será que se termine esta epidemia de demandas, tutelas y demás cuestionamientos que tienen en vilo la institucionalidad de la Universidad Surcolombiana.