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¿Cuáles son las tradiciones más comunes en Semana Santa?

Abr 6, 2023

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Son varias las tradiciones religiosas que las familias colombianas practican durante Semana Santa, en cuanto a su origen y significado, Diario del Huila consultó con un experto.

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Por: Angélica Andrade Quimbaya

En Colombia, el catolicismo ha sido la religión de mayor preponderancia, factor que incide notablemente en algunos comportamientos, actividades y simbolismos que múltiples familias practican durante Semana Santa, considerada la época religiosa más importante, idónea para profesar la fe con fervor y afianzar el espíritu.

En lo que respecta a la ciudad de Neiva, el padre Fernando Emilio Álvarez Muñoz, presbítero de la Diócesis de Neiva y párroco de la Parroquia San Vicente de Paúl, se refirió a la participación de la comunidad en los eventos religiosos, indicando que, a pesar de las restricciones que deja la pandemia, los feligreses han sido receptivos a participar en la semana mayor, cuyo trasfondo tiene que ver con las acciones litúrgicas programadas donde se evidencia la necesidad que tienen las personas de ser cercanas a Dios.

“La gente quiere ser de Dios y por eso en las exhortaciones que hacemos en la parroquia a través de las vigías y distintas celebraciones percibimos la fe y la respuesta de la comunidad. La gente tiene la necesidad de buscar a Dios y por eso creo que ha habido una gran participación en la que evidenciamos fe, recogimiento, cercanía y eso hace que la Semana Santa se viva con más profundidad en la piedad del gran misterio de Dios”, aseguró el párroco Álvarez Muñoz.

Padre Fernando Emilio Álvarez Muñoz, presbítero de la Diócesis de Neiva y párroco de la Parroquia San Vicente de Paúl.

Prácticas cuaresmales:

Hay prácticas particulares que se dan a partir de las corrientes culturales que profesa la comunidad y, pese a que algunas corrientes buscan desvirtuar las creencias, el párroco reitera que lo más importante es el recogimiento y la reflexión.

· El agua bendita: Según el sacerdote, desde la propuesta del Evangelio la invitación es a purificar la fe, aunque algunas personas se quedan con la práctica exclusiva del agua bendita que es considerada sacramental pero no es un sacramento, “nunca el agua bendita va a reemplazar un sacramento como la confesión, la eucaristía o la unción de nuestros enfermos. Hace parte de la actividad cultural de nuestra comunidad llenar un botellón de agua y llevar para que el padre me lo bendiga porque piensan que eso ayuda a fortalecer la fe, sin embargo, eso no reemplaza los sacramentos de Cristo”.

De igual manera, el párroco hizo referencia a que algunas personas cargan una botella de agua bendita porque conciben puede reemplazar acciones como la confección, aludiendo que, “¿para qué me confieso si no le hago mal a nadie?, yo no mato, yo no robo, yo no soy delincuente, no le quito nada a nadie, entonces para qué voy a la eucaristía” y dicen que no

hay necesidad de ir a misa, sino que oran desde casa sin participar en nada, práctica que se aleja de lo ideal que, para el sacerdote es ir a la eucaristía: “Debemos participar en las distintas actividades litúrgicas, asistir al templo, escuchar la palabra, reflexionar y vivir esta celebración como tal”, agregó.

Eliminar los ruidos es una práctica católica que simboliza abrir los sentidos, el cuerpo y el alma para escuchar la voz de Dios.

· La eucaristía: Una práctica que quedó de la pandemia generada por Covid 19 es la de programar la eucaristía en la televisión o a través de alguna red social, sin embargo, se establece que no forja el mismo significado.

“Hay personas que durante el año y medio de la pandemia estuvieron aisladas viviendo la Semana Santa mediante una pantalla de televisor y, ahora, continúan con la misma práctica, quedándose en la virtualidad, entonces a pesa de que hemos tenido buena acogida y participación, muchos están todavía en el confort de la virtualidad y piensan en ´para qué voy al templo, está haciendo mucho sol, hace mucho calor, mejor me quedo en casa´ y se pierde el sentido por el respeto y la profundidad de la celebración que se está llevando a cabo en estos días santos. Muchas veces desde la casa se percibe la celebración y se trata de vivirla, pero se está en el acomodo, en el confort, incluso hay gente que puede estar bebiendo licor o consumiendo alimentos mientras dejan pasar toda la celebración a través de una pantalla”, adicionó el padre.

Sumado a esto, el párroco invitó a la comunidad a acercarse al templo, a salir de la zona de confort que causa la virtualidad que quedó como costumbre y que, en algunos ambientes ha afectado tanto como ha representado un beneficio: “Necesitamos que la virtualizada sea medida, sin llegar a extremos y asistir al templo para vivir estas reflexiones que se derivan de La Palabra”.

· El recogimiento: Con la premisa “Dios escucha en el silencio”, el sacerdote se describió la importancia católica de que cada persona se resguarde y se sumerja en la capacidad que todos tienen para alcanzar la espiritualidad.

“Todos tenemos la capacidad para encontrarnos con Dios y en la misma reflexión de La Palabra se habla de la importancia para la vida. Habrá muchos medios exteriores que quizá interrumpan la reflexión pero sí se invita a un silencio exterior, todo el año estamos sumergidos en una cultura de ruido y en el fondo tenemos miedo de encontrarnos con nosotros mismos, es decir, la ama de casa que está en la vivienda haciendo los oficios y en ocasiones enciende la televisión o la radio para que le haga ruido para sentirse acompañada, no sentirse sola, no percibir nervios, la invitación es a poder hacer un alto en toda esa situación de ruido en la que estamos sumergidos cotidianamente porque pensamos que si no hay ruido no la pasamos bien y cómo desde el interior escuchar la voz de Dios que habla en el silencio”, relató el sacerdote Fernando Emilio.

Comunidad católica mantiene vivas sus prácticas religiosas como muestra de gratitud y recogimiento.

Asimismo, se basó en la analogía sobre la vida y el papel que juega en ella la música, argumentando que la vida es una melodía y que las notas musicales del canto y de las letras escuchadas en su composición tienen silencio: “Hay notas que son silenciosas y para que

suenen armoniosas se necesitan en un instrumento, bien sea el piano, la guitarra, el violín, en cualquiera de estos se necesitan los silencios y va a haber armonía, va a haber gusto al oído, pues nuestra vida espiritual siendo una melodía, también necesita de esos silencios. Vemos muchos corazones perturbados por tanto ruido, tantas voces interiores que no dejan escuchar la voz de Dios y es ahí cuando se siente tristeza, depresión, egoísmo, orgullo; todos esos son aspectos y experiencias que de alguna manera necesitan ser eliminadas porque interrumpen esa voz de Dios que a diario nos habla. Esta es una época para hacer un alto, hacer un mínimo sacrificio relacionado con el ruido, teniendo en cuenta que todo el año las estamos inmersos en el ruido. Así que, hagamos el sacrificio de evitar el ruido al menos durante hoy jueves santo y mañana, hasta el sábado que celebramos la gran fiesta de la vigilia para practicar el silencio que nos lleva a un crecimiento humano, espiritual y personal”.

· Ayuno y abstinencia: Calificada como una de las prácticas cuaresmales más tradicionales, para el catolicismo significa el tributo que se le rinde a Jesucristo, quien estuvo padeciendo distintas sensaciones para salvar del pecado a la humanidad y fortalecer el espíritu de todas las personas.

“Iniciamos con el miércoles de ceniza en la que se hace la cruz en la frente, mejor dicho, con el polvillo de la ceniza se pone la cruz en la coronilla como antesala del inicio de la cuaresma. Desde ahí en adelante viene la abstinencia de comer carne los viernes, es tiempo de penitencia y hacer ayuno”, dijo el párroco.

En cuanto al significado del ayuno y la abstinencia, mencionó que simboliza el sacrificio que permite la formación del alma, lo cual lleva a la reconstrucción como personas y eliminar los placeres, las pasiones y los deseos.

Semana Santa es la época a la que las comunidades consideran una oportunidad vivir la espiritualidad.

“El ayuno y la abstinencia tienen sentido cuando logramos que eso que sacrificamos comer lo podemos traducir en un gesto de caridad con una persona necesitada porque no tiene sentido decir ´hoy voy a dejar de comer esto´, sea carne u otro alimento que tanto me gusta para que mañana me lo calienten al desayuno o al almuerzo, pues el ayuno, además de formar la conciencia, el alma y el espíritu, debe llevar a ser caritativo con los necesitados y ahí es cuando entra el tema de la limosna”, complementó el sacerdote Fernando.

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