Gloria Camargo
Cinco miembros de una familia fueron capturados por la Policía Nacional de Colombia en Manizales y Bogotá, por su presunta responsabilidad en la creación de una red de explotación sexual de mujeres. Las autoridades informaron que los criminales reclutaban a las víctimas en zonas marginales, bajo la promesa de un trabajo en el extranjero. Posteriormente, las trasladaban a Chile, donde las obligaban a prostituirse.
Hugo Tovar Pérez, director especializado de la Fiscalía contra las violaciones a los Derechos Humanos, detalló que la red ubicaba a las víctimas en sectores marginales de la ciudad. Según las autoridades, la organización les tramitaba los pasaportes y les proporcionaba los tiquetes aéreos para trasladarlas desde Pereira hasta Bogotá y, posteriormente, a Chile. Una vez allí, las mujeres eran llevadas a casas de lenocinio en las ciudades de Osorno, Puerto Montt y Temuco, donde eran retenidas y obligadas a prostituirse.
El material probatorio recopilado da cuenta de la existencia de la red desde 2019. Según la Fiscalía, la familia criminal giraba los dineros obtenidos por la explotación sexual en Chile y, con ello, continuaban el reclutamiento de jóvenes en el Eje Cafetero.
A la red criminal la comprometen 350 audios y el testimonio de 27 víctimas. Las mujeres narraron que permanecieron encerradas en pequeñas habitaciones en las que se sentían hacinadas, con precarias condiciones de salud y en ese mismo lugar eran obligadas a tener relaciones sexuales con hombres que llegaban allí a través de dos sitios web.
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Al llegar a Chile, las mujeres eran obligadas a pagar una deuda de cinco millones de pesos por concepto de pasajes, y se les imponían multas por no acceder a las pretensiones sexuales. Además, las jóvenes afirmaron que les exigían grabar videos con contenido explícito mostrando la cara, y aseguraron que los registros obtenidos eran usados como método de intimidación para evitar que escaparan. La estructura ilegal los enviaba a sus familiares para generar vergüenza y a las autoridades migratorias de Chile para que fueran detenidas y expulsadas.
Por estos hechos, las autoridades reportaron la captura de siete personas, cinco de ellas miembros de la misma familia. Todos permanecen detenidos y están imputados por distintos delitos. Las autoridades anunciaron que seguirán trabajando para identificar a más miembros de la red y liberar a las víctimas de este tipo de delitos.
